El Fòrum venderá entradas en las jornadas abiertas del fin de semana

Gran parte del recinto del Fòrum se podrá visitar entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde el próximo fin de semana, en las dos jornadas de puertas abiertas que se celebrarán antes de que arranque el acontecimiento, el 9 de mayo. Durante esos días, los visitantes podrán comprar entradas en las taquillas provisionales instaladas al efecto y obtener información sobre el acontecimiento en el Bus-Fòrum y consultando a las 70 personas que estarán a su disposición.

No habrá un itinerario marcado, pero sí vallas que acotarán la zona visitable: el centro de convenciones, la explanada, la zona de baños, la placa fotovoltaica y el parque de los Auditorios. No se podrá pasar al otro lado del puerto de Sant Adrià ni por el interior de la jaima debido a que se está trabajando en ella.

El reventón de un depósito del hotel AC provocó una inundación que anegó parte del sótano del centro de convenciones. Las consecuencias del incidente todavía eran visibles ayer.

El temporal de viento y lluvia de esta semana ha puesto a prueba las obras y las construcciones efímeras del recinto. Como si se tratara de un simulacro, aunque tan real como que se han registrado rachas de viento de 100 kilómetros por hora, el resultado ha sido positivo.

Los 15.000 metros cuadrados de lona que forman la jaima, por ejemplo, han aguantado bien el vendaval y pese a los aguaceros se trabaja con normalidad en el interior, donde se están montando 16 exposiciones, informa Clara Blanchar. El agua no ha caído sobre las exposiciones gracias a la doble capa de lona, que durante la canícula atenuará los efectos del calor. Los que no se han librado de los efectos de la lluvia han sido los pasillos de la jaima, cubiertos por una sola capa de lona.

Todavía más cerca del mar, tampoco ha aguantado la lona que protegía al gigante de los siete mares, protagonista del espectáculo que diariamente se representará en el parque de los Auditorios. Un mal menor comparado con el rumor que ayer corrió por el recinto, según el cual el viento se había llevado la cabeza del animal.