_
_
_
_
_
Reportaje:

Antic y el Celta se dicen adiós

El técnico fuerza su destitución al declararse incapaz de evitar el descenso a Segunda cuando todavía faltan ocho jornadas de Liga

Radomir Antic puso anoche fin a su etapa como técnico del Celta seis derrotas, un empate y dos victorias en la Liga y dos derrotas en la Champions después de hacerse cargo del equipo. Era un secreto a voces luego de que se despidiera el domingo de Balaídos entre los gritos de los más forofos y con palabras de impotencia ante los periodistas y el consejo de administración del club. Por la mañana dirigió su último entrenamiento, también tumultuoso, y a continuación se reunió en la sede céltica con el presidente, Horacio Gómez, con quien pactó los términos económicos de su salida.

Fue una mezcla de abandono y destitución. Tras la última derrota, por 0-2 ante el Zaragoza, Antic reconoció primero a la directiva y después a los medios de comunicación que se siente "sobrepasado" por los acontecimientos y que el equipo necesita "un revulsivo". Desde el consejo de administración se le respondió con el mensaje de que un conjunto no puede estar dirigido por un entrenador sin soluciones, por lo que sólo quedaba negociar el finiquito. No se ha hecho público el nombre de su sucesor, aunque suenan los nombres del segundo entrenador, Moncho Carnero; el del cuadro filial, Rafa Saez, y el de José Manuel Esnal, Mané.

Para un preparador de claroscuros como Antic, el paso por Vigo sólo proyectará sombras. No ha revivido como esperaba los éxitos del Atlético del doblete, en 1996, ni del más reciente rescate del Barcelona, la temporada pasada. Llegó como especialista en reflotar equipos en crisis, pero su trayectoria en el Celta se parece más a la de los fracasos de su tercer periplo en el Atlético o en el Oviedo, con los que vivió sendos descensos a Segunda.

En el Celta puso en práctica Antic una apuesta ofensiva a la que pronto tuvo que renunciar, dadas las carencias defensivas de un grupo por lo demás castigado por el infortunio. Después de debutar con una derrota en el estadio del Betis tras un único entrenamiento con la plantilla, Antic desató la euforia de los aficionados con dos victorias consecutivas, ante el Villarreal y el Valladolid, que parecían poner al Celta camino de la salvación. Y es que en toda la temporada no habían logrado los de Vigo encadenar dos triunfos. Pero desde entonces las que encadenaron fueron siete derrotas, dos de ellas en la Liga de Campeones, y un empate con sabor a desastre, hace diez días, en Santander.

El último entrenamiento de Antic fue tan movido como su marcha de Balaídos el domingo. Los aficionados le increparon, así como a los jugadores, y Juanfran intentó razonar con alguno. Después, el lateral valenciano despidió con un recado a su ya ex técnico: "Se tenía que haber dado cuenta antes de fichar por el Celta de la situación que vivíamos".

Radomir Antic.
Radomir Antic.VICENS GIMÉNEZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_