"Yo soy vasco, sin más"

Pregunta. ¿De pequeño también hacía planes?

Respuesta. Sí. Siempre he creído en la planificación estratégica.

P. "Las personas desnudas nos parecemos más". ¿Cree que, en esa tesitura, podríamos confundirle con George Clooney?

R. Seguramente, no. Como decía Orwell, todos los hombres somos iguales, pero unos más iguales que otros. En este caso, yo estoy entre los menos iguales.

P. Para demostrar que no está por la ruptura, ¿qué cantaría: Suspiros de España, Cocidito madrileño, No te puedo querer?

R. Libertad sin ira.

P. ¿Cuando reza siempre se encomienda a santos vascos?

R. No, porque creo que el rezo es como casi todo: internacional, intercultural.

P. Elija un amiguito: Mayor Oreja, Patxi López, Savater, Otegi.

R. No tengo nada en contra de ninguno de ellos. Pero, afortunadamente, los amigos en la vida los elegimos nosotros.

P. ¿Prefiere que gane el PP o el PSOE?

R. Lo que me gustaría es que el que ganara no lo hiciera por mayoría absoluta.

P. ¿Piensa que Rajoy será menos borde que Aznar?

R. No lo sé. Pero espero que haga una política menos intransigente, autoritaria y fundamentalista.

P. ¿Opina, con Odón Elorza, que los políticos deberían masturbarse más?

R. ¡Dios santo de mi vida! No he leído esa aportación. Tengo un gran aprecio por Odón Elorza y por las cosas que dice, pero yo me hubiera manifestado de manera diferente.

P. ¿Usted cómo anda de Rh?

R. Pues relativamente bien. Relativamente tranquilo.

P. ¿Lo tiene positivo, negativo, pluscuamperfecto?

R. Mi Rh es un Rh que se lleva bien con el mundo, con los demás.

P. Alavés, de familia no nacionalista y no vascohablante. ¿Cuándo se percató de que no era español?

R. Nunca he creído que tengas que decir que no eres alemán para decir que eres uruguayo. Yo soy vasco, sin más.

P. Me pareció ideal que, como ejemplo de su falta de prejuicios, contara que en su cuadrilla ciclista había un tal Fernández.

R. Lo que quise trasladar es que aquí, con independencia de los apellidos y de dónde procedamos, los vascos y vascas nacemos, estudiamos y, al final, nos entierran.

P. Se dice madrugador, poco trasnochador, sobrio, no bebe, no fuma. ¿De verdad es tan seta?

R. Ha cruzado la opinión que tienen de mí mis amigos y mis enemigos. Soy una persona de carne y hueso: toque, toque.

P. Según Julio Medem, tiene usted un halo jesuítico. ¿La calva de la coronilla es una tonsura frustrada?

R. Me temo que no. La calva no configura una forma de ser ni de pensar.

P. ¿Usted es así porque come todo sin sal?

R. No, qué va. Lo de comer sin sal es que, simplemente, tengo mal gusto [ríe]. Es una cuestión de tensión arterial hereditaria.

P. ¿Su mujer ha sido su único plan femenino?

R. Permítame que muestre un cierto grado de discreción, para preservar el proyecto conjunto.

P. ¿Qué haría en Río de Janeiro: irse al Sambódromo o a visitar la Casa Vasca?

R. Pues, hombre, depende. Si voy con traje y corbata, probablemente a visitar instituciones. Y si voy para divertirme, pues iría al Sambódromo.

P. ¿Tiene más autoestima o más autocrítica?

R. De todo un poco. Creo que hay que poner en tela de juicio las críticas, pero sobre todo las alabanzas.

P. Adjetivos que le ha venido dedicando Deia: tranquilo, sosegado, vital, perfeccionista, riguroso, discreto, sencillo. Es usted un chollo. ¿Se quiere casar conmigo?

R. Lo único que me interesa es saber si su propuesta va en serio.