Scariolo resucita a Unicaja

Escarmentado por haber aceptado el doble papel de entrenador y director técnico en el Real Madrid, Sergio Scariolo regresó a la Liga ACB el pasado mes de noviembre con un reto propio de una divinidad: resucitar al Unicaja. El equipo malagueño era penúltimo en la tabla. Pero Scariolo estaba muy motivado. Por varias razones. Unicaja, pese a su horroroso arranque (3 victorias y 6 derrotas), es uno de los clubes punteros del país; él deseaba remontar el vuelo de una carrera perturbada por su traumática salida del Madrid en el verano de 2002; y, por último, no podía dejar escapar una nueva ocasión después de que se rompiera su ilusión por dirigir a uno de los grandes de Italia, el Virtus de Bolonia, al que se vinculó poco antes de que la Lega lo excluyera de la Serie A-1 a causa de sus dificultades financieras.

El pasado verano, se decía en Málaga que Maljkovic, que no renovó su contrato, había dejado el equipo hecho trizas. El club optó por brindarle una oportunidad a su ayudante Paco Alonso. Pero éste no consiguió emular a Paco Olmos, otro técnico joven, con cuya apuesta sí acertó el Pamesa. Alonso no pasó de la novena jornada. Llegó Scariolo -también el pívot Larry Lewis, que relevó a Víctor Alexander-, y le dio la vuelta al calcetín. No pudo evitar la eliminación en la Euroliga, pero en el campeonato español los resultados son espectaculares: siete triunfos en los últimos ocho partidos, el último ayer ante el Pamesa, han vuelto a situar a Unicaja octavo, en la zona de play-off por el título, su hábitat natural.