"En el fútbol a veces hay que callarse"
Harto de quedarse en el Atlético como ídolo simbólico de la afición, sin jugar un solo minuto y abandonado por el técnico, Gregorio Manzano, Movilla (Madrid, 1975) abandonó el que define como club de sus amores y aceptó marcharse cedido al Zaragoza hasta junio, donde ya jugó como titular el pasado domingo, día que cumplió 29 años. Movilla mira a los ojos cuando habla, y prácticamente sin pestañear no duda en decir lo que piensa. Quiere volver al Atlético pero antes, con el Zaragoza, quiere ganar el primer título de su carrera: la Copa. Hoy se enfrenta el Zaragoza al Alavés (21.00, PPV) avalado por el 1-1 de la ida.
Pregunta. ¿Por qué eligió el Zaragoza entre todas las ofertas que le llegaron?
Respuesta. Por la apuesta que han hecho el club y el entrenador por mí. El equipo se encuentra en un momento delicado, la zona caliente de la tabla verdaderamente te da miedo, pero si no viera esperanza no hubiera venido. Eso sí: aquí todos los partidos son finales.
P. Para final, o casi, la de hoy ante el Alavés.
R. Tenemos la oportunidad de meternos en una final y de jugar en Europa. Además, en esa final puede pasar de todo. A ese partido jugadores como yo, que no hemos ganado ningún título, vamos a llegar con mucha ilusión. Es una oportunidad especial y tenemos que aprovecharla.
P. Utiliza el plural para hablar de Europa, pero probablemente usted ya no esté en Zaragoza la temporada que viene.
R. Eso nunca se sabe. Quiero que se queden satisfechos con mi trabajo porque igual el próximo año sigo aquí. Me gustaría volver al Atlético pero lo quiero hacer con plenas garantías de poder triunfar allí, lo que no he podido hacer este año. Si no ocurre habrá que buscar otra alternativa y quizás esa sea quedarme en el club donde me haya sentido bien y donde la gente haya estado contenta con mi juego.
P. ¿Se siente decepcionado con lo ocurrido en Madrid?
R. No, decepcionado no, ni mucho menos. He tenido durante 5 o 6 meses un grandísimo apoyo de la gente, del entorno y de mis compañeros. Es una situación complicada que vivimos muchos jugadores de Primera y de Tercera. Por eso hay que buscar otras alternativas. En mi caso he aprovechado la oportunidad que me ha brindado el Zaragoza. Quiero jugar a un gran nivel para volver con garantías o seguir mi trayectoria deportiva jugando al fútbol, que es lo que me gusta.
P. ¿Qué quiere demostrar a los atléticos?
R. Que no se han equivocado apoyando a Movilla, y sé que desde la distancia muchos de ellos también están en Zaragoza.
P. ¿Y a Manzano?
R. Nada, no le tengo que decir nada. Sólo desearle suerte porque la suerte de Manzano es la suerte de los atléticos, de todos los que amamos al Atlético.
P. Usted nunca se ha quejado en voz alta.
R. Porque siempre hay que mirar lo estrictamente deportivo. Yo he hablado bastante veces con él y he sacado mis propias conclusiones, pero creo que en un colectivo no siempre puedes decir lo que piensas, porque por encima de mí están el equipo y el club. En esta profesión muchas veces hay que callarse. En el terreno deportivo no tengo nada que objetar. Manzano ha confiado en otros jugadores y, bueno, ahí se ven los resultados del Atlético, que se encuentra rondando la zona de la Liga de Campeones. Le avala el puesto y que los jugadores lo están haciendo bien.
P. ¿Considera al Zaragoza un buen escaparate para brillar y no caer en el olvido para otros equipos?
R. No. Una de las cosas que me atraía es el reto importante de la Copa del Rey, pero sobre todo la decisión del club y del entrenador, que sólo querían a Movilla. Sentirte valorado puede ser el pequeño empujón que necesitas para decidirte. Tengo una gran ilusión por hacer las cosas bien con mis compañeros y sacar al equipo de los últimos puestos para no pasar apuros.
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