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Un amigo de Abramovich ficha a Catanha

El hispano-brasileño del Celta, cedido al Krilia Sovetov ruso, propiedad de un magnate del acero

El delantero centro hispano-brasileño del Celta Henrique da Silva Catanha, de 31 años, jugará cedido hasta julio de 2006 en el Krilia Sovetov, el equipo de la Primera División de la Liga rusa de la ciudad de Samara. El representante del jugador, Iñaki Espizúa, asesorado por el abogado Javier Tebas, y los dirigentes del Celta cerraron ayer el acuerdo verbal de la cesión. "El compromiso se firmará el sábado en Marbella, donde el Krilia realizará la pretemporada y donde se incorporará Catanha", explicó Tebas, un asesor que se ha especializado en muchas de las facetas que rodea al mundo y a los negocios del fútbol.

"Todo se ha juntado para realizar la operación", contó ayer Javier Tebas. "Catanha no jugaba últimamente. El hasta hace unas fechas entrenador del Celta, Miguel Ángel Lotina, no contaba con él, y, además, el jugador era uno de los que tenía la ficha más alta del equipo". Tebas, indicó, además, que otro jugador del Celta, el ruso Mostovoi, proporcionó unos excelentes informes de Catanha, lo que también hizo Makelele, otro ex jugador vigués que, tras pasar por el Real Madrid, ha recalado en el Chelsea inglés, cuyo amo es el ruso Roman Abramovich, buen amigo del presidente del Krylya Sovetov, German Tkachenko, un magnate del acero en una ciudad de un millón de habitantes como es Samara y cuyo equipo finalizó la pasada temporada en el quinto puesto de la clasificación.

Catanha se une a un buen número de futbolistas brasileños que juegan en equipos rusos. "Los dirigentes del fútbol ruso han encontrado un buen mercado en los países occidentales de Europa", explicó Javier Tebas, quien añadió: "La cesión de Catanha puede alargarse hasta el año 2006, pero si no es así el jugador volverá al Celta, con el que tiene firmado contrato hasta esa fecha". El club gallego se reserva la opción de una negociación prioritaria para renovar su compromiso en caso de que le interese contar con el jugador.

Catanha comenzó a sospechar que su futuro podía estar lejos de Vigo el día de Año Nuevo, y a considerar que tan lejos como en Rusia 24 sólo horas más tarde. Para recibir el año, decenas de jóvenes aficionados se acercaron por la mañana al entrenamiento del Celta sin pasar por cama, para mofarse de la sequía del delantero al cruel grito de "Catanha, bota de oro". Al día siguiente, víspera del partido con el Deportivo, el entonces entrenador del conjunto vigués, Miguel Ángel Lotina, le reemplazaba en la convocatoria por un central, Contreras, al que aseguraba preferir para la responsabilidad del gol antes que al hispano-brasileño. La cesión del chileno Pinilla semanas más tarde sólo confirmaba la caída en desgracia del otrora goleador.

Todo en Catanha tuvo pinta de excesivo en sus tres temporadas y media en Vigo. Para empezar, su desmesurado fichaje: 2.500 millones de pesetas, el más caro en la historia del club, formalizado cuando el presidente Horacio Gómez hacía frente al acoso de un grupo de accionistas por el control del club. Y para continuar, sus registros, que pasaron de los 17 goles de su primer curso a los 4 del tercero y a la completa sequía del año 2003, que despidió con un solo gol. Con la oferta de una ficha que se encuentra entre las cuatro más sustanciosas de la plantilla, Gómez, que entonces negociaba con Maakay y Tristán, arrebató al siempre odiado Deportivo un fichaje que en A Coruña ya se daba por hecho.

Con Víctor Fernández no le fue mal al "Cangrejo", que aleteó su brazos treinta y tres veces en dos temporadas y llegó a vestir la camiseta de la selección con José Antonio Camacho. Las cosas cambiaron por completo con su sustitución por Lotina, quien consumó su divorcio con Gustavo López -"Un día de estos le voy a pedir matrimonio", había bromeado Catanha tras uno de los muchos goles servidos por el argentino- y, pese a su limitada técnica, lo puso a jugar de espaldas a la portería. Sus dieciséis goles de la temporada 2001-2002 bajaron así cuatro en la siguiente, para entrar a continuación en la más desesperante sequía. Pese a la alerta sobre su baja forma difundida por su anterior entrenador, la Liga rusa se lo lleva a cambio de hacer frente a una parte de su ficha.

Espizúa, el representante del jugador, aseguró ayer que Catanha tuvo alguna posibilidad de jugar en un equipo de Segunda División de España, pero que prefirió la opción rusa cuando se le presentó.

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