El Sporting hace cumbre 26 años después

La escalada del Sporting le ha llevado hasta lo más alto de la tabla de Segunda División, 26 años más tarde del último ascenso, en la temporada 1976-77, que celebró como campeón. Eso, "campeones, campeones", fue lo que corearon los 17.247 espectadores que acudieron ayer a El Molinón en los últimos minutos del partido frente al Almería, cuando el 2-0 propio y las derrotas del Numancia y Levante aseguraban el liderato gijonés.

El Sporting de Marcelino García ha ido de más a menos, hasta consolidarse como uno de los típicos equipos con garantía de éxito en la categoría: un ritmo altísimo, el juego justo y contundencia en las dos áreas. Roberto, un joven portero cedido por el Celta, cumplió ayer su cuarto partido consecutivo sin encajar un gol. Y Bilic, de penalti, y Miguel aprovecharon dos de las pocas ocasiones que surgieron de un duelo trabado, sobrado de faltas y tarjetas.

Es tal la euforia que se ha instalado en Gijón que pocos dudaban del triunfo. Lo que casi nadie esperaba era la derrota del hasta ayer líder, Numancia, en su fortín de Los Pajaritos, donde fue a romperle la imbatibilidad el colista Algeciras. El Levante jugaba en el campo de otro equipo en zona de descenso, el Polideportivo Ejido, que sorprendió a los de Manolo Preciado con un gol del central Aira cerca del final.

Con la victoria del Alavés en La Condomina, frente al Ciudad de Murcia (0-1), la lucha por el ascenso queda un poco despejada para cuatro equipos, separados por apenas tres puntos. No aguantan el ritmo el Cádiz, que sólo pudo empatar en el duelo de rivalidad frente al Xerez (2-2), y el Getafe, que sufrió los rigores de Ipurua frente a un Éibar que ganó con los titulares (2-0).

Por abajo, casi todos aprietan los dientes. Aparte de las sorpresas del Algeciras y Poli Ejido, el Málaga B ahondó en la crisis del Tenerife, al que arrastró a puestos de descenso tras vencerle en el Heliodoro (0-1). Por ahí cerca sigue el Rayo Vallecano, incapaz de enlazar dos victorias seguidas.