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Reportaje:PERSONAJE

El chico rebelde vuelve a dar gas

Derbi ficha al ilicitano Ángel Rodríguez, que fue despedido del Team Aspar hace dos años por "bajo rendimiento"

Hace unos meses, Ángel Rodríguez se sentó junto a sus padres, Ángel y Lola. Entre los tres trazaron un plan de futuro: comprarían un restaurante en Elche, su ciudad, donde el chaval, de 18 años, es el ídolo local, el motociclista que pudo llegar a lo más alto pero que acabó difuminándose en una maraña de rumores y misterio.

Ahora, dos años después de que el ex tetracampeón del mundo valenciano, Jorge Martínez Aspar, le despidiera de su equipo, el Team Aspar, por "bajo rendimiento", la escudería Derbi le ha fichado para que corra el próximo Mundial de 125cc. "Es un piloto valiente y con mucho talento", afirma Pere Gurt, responsable de comunicación de Derbi; "en agosto le hicimos una prueba y los técnicos quedaron encantados. Es un piloto con mucha hambre. A nadie se le olvida su gran carrera en el circuito australiano de Philip Island, donde llegó a liderar la prueba hasta que otro piloto se le echó encima".

"Ya no hago tonterías los sábados", dice Rodri, "ahora voy a muerte. Estoy trabajando muy duro". Esto es, gimnasio casi todos los días, carrera a pie, bicicleta de carretera y algún que otro partido de fútbol. Apenas tiene tiempo para pensar en otra cosa que no sea el deporte. "Hace poco fue sometido a unas pruebas de esfuerzo y los resultados fueron extraordinarios. Se nota que se cuida", cuenta Gurt.

"Rodri es un chico muy nervioso que no sabe estar solo; necesita hacer algo a todas horas, cualquier actividad", cuenta Javier Amorós, un profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche que reactivó la carrera del piloto ilicitano. "No sé estar cinco minutos en un mismo sitio", corrobora el motociclista.

Aficionado al motociclismo desde joven, Amorós se puso en contacto con el chaval a finales de 2002, meses después de que fuera despedido por Aspar. Le convenció de que era una lástima que desperdiciara su talento, de que su vida tenía que experimentar un cambio brusco. Ahora pasa muchas horas y ratos de la semana con Rodri, quien estudia ingresar en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat. "Me encantaría entrar allí, conocer deportistas y llevar una vida de atleta de élite", asegura el piloto, cuyo padre también fue motociclista: llegó a disputar el Campeonato de España en la época de Sito Pons y Carlos Cardús.

"En este mundo tan competitivo hay pocas oportunidades", explica Amorós, "y Rodri es consciente de que no puede dejar pasar ninguna más. Hace poco le pregunté si echaba de menos salir con los amigos, y me contestó: 'mira Javi, ahora soy feliz y no tengo tiempo de pensar en otras cosas'".

Amorós ha tenido mucha mano izquierda; no ha sido fácil rescatar a un chaval "rebelde" de las pandillas de amigos y todo aquello que le perjudicaba. "Si a Rodri lo coges y lo atas a la pata de la mesa, se acabó la historia. Un día me preguntó: '¿no querrás hacer de mí un monaguillo?'". "Hay amigos", cuenta el nuevo piloto de Derbi, "que llevan otro rollo. No me convienen. Ellos lo entienden y ya está". "Lo mejor para él", considera Gurt, "sería entrar en el CAR de San Cugat. Allí conviviría con deportistas de élite las 24 horas del día".

Rodri ganó el Campeonato de España de 125 de 2001. Ya con el Team Aspar llegó a liderar el Gran Premio de Australia del Mundial de 2002 y también la prueba disputada en Francia. El distanciamiento con Aspar arrancó cuando Rodri creyó que su director privilegiaba a otro corredor del equipo, Pablo Nieto. "Ahí comenzó a descentrarse", asevera Amorós. Fue entonces cuando Aspar comunicó que le despedía por "bajo rendimiento". Los rumores y las conjeturas se dispararon: que si Rodri se iba de juerga, que si se había fumado unos porros...

"Tiene el don natural de Valentino Rossi", dice Aspar; "me alegro de que vuelva al Mundial, tiene muchas cosas que decir". Mientras, el motociclista ilicitano está loco por subirse a la moto: "Quiero hacer algo importante para que se me recuerde cuando muera".

Ángel Rodríguez, junto a su padre, en el bar familiar.
Ángel Rodríguez, junto a su padre, en el bar familiar.JOAQUÍN DE HARO

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