Siete agentes del servicio secreto español mueren en una emboscada al sur de Bagdad

Siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio secreto español, perdieron ayer la vida cuando el convoy en el que viajaban sufrió una emboscada a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad. El ataque de la resistencia iraquí se produjo hacia las 15.45 hora local (13.45 en la España peninsular), cuando los agentes regresaban de la capital iraquí hacia Diwaniya y Nayaf, donde tienen su base los 1.300 soldados de la brigada Plus Ultra. Este suceso, el más grave que ha sufrido hasta ahora España en Irak, eleva a 10 la lista de militares españoles fallecidos después de la guerra. La primera víctima fue el capitán de navío Manuel Martín-Oar, que murió el 19 de agosto.

El ataque, el más grave que ha sufrido hasta ahora España en Irak, eleva a 10 la lista de españoles fallecidos después de la guerra, que inauguró el pasado 19 de agosto el capitán de navío Manuel Martín-Oar. El octavo agente que viajaba en el convoy resultó herido y telefoneó al Centro Nacional de Inteligencia en Madrid para pedir socorro. En España, el CNI organizó el envío de tres helicópteros desde Diwaniya, que evacuaron los cadáveres. El ministro de Defensa, Federico Trillo, comunicó la tragedia al Rey y solicitó "a todos los ciudadanos de buena voluntad" la máxima solidaridad con "estos servidores del Estado" y sus compañeros. Trillo iba a viajar anoche a Bagdad acompañado del director del CNI, Jorge Dezcallar. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que ayer era un día de "luto y de dolor" para todo el país, porque los compatriotas asesinados son "hijos y hermanos de todos".