'Guía Michelín España & Portugal 2004'

Un año más, justo antes del periodo navideño, la famosa Guía Michelín de hoteles y restaurantes de España & Portugal acaba de irrumpir en el mercado. Como viene siendo habitual, su salida hace predecir una polvareda de controversias y aireados comentarios. Si el mayor valor de esta obra es la catarata de datos que ilustran los establecimientos seleccionados, la conflictividad surge en el campo de las puntuaciones. Sin sus famosas estrellas, esa constelación de galardones que premia a los establecimientos que destacan por la calidad de su cocina, la guía roja sería otra cosa. Reconocimientos subjetivos, que dependen del criterio de sus inspectores anónimos y que, como es habitual, en el caso de España no reflejan en absoluto la pujanza culinaria actual. Dentro de un contexto caracterizado por la efervescencia culinaria, tan sólo ocho nuevos restaurantes españoles reciben su primera estrella: L'Alezna (Caces, Oviedo), Paladares (Gijón), La Solana (Gijón), Coque (Humanes, Madrid), Vivaldi (León), Casa Marcelo (Santiago de Compostela), Es Molí d'En Bou (San Llorenç, Mallorca) y Zaldiaran (Vitoria). Lista muy parca a la que se suma el restaurante Atrio (Cáceres), que consigue su segunda estrella. Para contrarrestar este avance los editores retiran a cinco locales su única estrella: el Rocamador (Almendral, Badajoz), La Dama (Barcelona), Matteo (Oiartzun, Guipúzcoa), El Drago (Tegueste, Tenerife) y, por cierre del local, Panier Fleurí (San Sebastián). Y a uno de ellos, Neichel (Barcelona), la segunda. La ciudad más castigada es Barcelona, que pierde dos estrellas. En Cataluña se mantienen dos con tres estrellas, El Bulli y Can Fabes. Por zonas geográficas, Asturias, que gana tres, es la comunidad autónoma más favorecida. Una descarada cicatería, posiblemente intencionada, que ignora la realidad gastronómica española y constituye un agravio comparativo en relación con otros países europeos, como Italia, Inglaterra y por supuesto Francia, donde las estrellas no se escatiman. Por lo demás, se trata de una guía seria y bien documentada, a la que avala un gigantesco trabajo de campo y cuyas señas de identidad se resumen en cifras de gran alcance: 3.778 hoteles (298 de turismo rural), 2.384 restaurantes y 142 bares (sólo en España). En total, 6.304 establecimientos entre España y Portugal. Obra repleta de pictogramas e iconos, que sus editores emplean para puntualizar detalles concernientes al confort y a otros aspectos prácticos, como tranquilidad, accesibilidad, lujo o sencillez, además de vistas panorámicas. Tres son las novedades de este año: lomos marcados en distintos colores para separar las páginas asignadas a ambos países; un nuevo símbolo para destacar los hoteles provistos de habitaciones para no fumadores y un listado complementario en el que figuran los establecimientos "agradables", es decir, hoteles y restaurantes "con encanto". Con bastante acierto, la Michelin, que pretende ser útil a todos los bolsillos, hace hincapié en los establecimientos con buena relación calidad/precio. Aquellos restaurantes que se distinguen con el Bib Gourmand ofrecen buena comida a precio moderado; los hoteles que lucen el Bib Hotel proporcionan descanso grato a precio razonable.-