_
_
_
_
Reportaje:

Lección de Yerbabuena

La bailaora inicia un ciclo de clases magistrales

Al ritmo lento y cadencioso de la soleá, marcado tan sólo por palmas, Eva la Yerbabuena, para muchos la mejor bailaora del momento, revelaba ayer a un grupo de alumnas los secretos del arte del flamenco que ella ha acuñado a lo largo de su corta e intensa vida profesional. Primero, y más importante, hablaba La Yerbabuena de conocer a la perfección el propio cuerpo y sus limitaciones; segundo, olvidarse de él, y, por encima de todo, amar el cante. Entonces: "Sie-te-o-cho-nue-vei-diez....". Y comienzan a sonar pies, y palmas y decenas de brazos y cinturas se ponen en movimiento. Todo esto ocurría en el que fuera el estudio madrileño de Antonio, el bailarín, ahora convertido por Carmen Roche en el conservatorio privado de danza Escaena.

La de La Yerbabuena era la primera de una serie de clases magistrales que Carmen Roche piensa instituir durante los fines de semana en su escuela. "No voy a parar", decía esta ex bailarina y afamada maestra de baile. Y las palabras de La Yerbabuena decían cosas como: "Yo no puedo bailar para sufrir", "no hay que parar nunca el movimiento", "intentar no pensar en nada", "ahora tenéis que ser como gatos", o "al público hay que sorprenderle siempre".

Eva la Yerbabuena (a la izquierda de la fotografía, vestida con una chaqueta de color claro) durante la clase magistral que impartió ayer.
Eva la Yerbabuena (a la izquierda de la fotografía, vestida con una chaqueta de color claro) durante la clase magistral que impartió ayer.ULY MARTÍN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_