"Nunca diré no toca"
Algunos críticos de Pasqual Maragall afirman a veces que éste comparte muchos de los tics de Jordi Pujol. Que uno es socialista y el otro convergente, pero que ambos tienen una personalidad similar. Que están tan acostumbrados a mandar que son las dos caras de la misma moneda insinuada en la última versión del Ubú president puesta en escena por Els Joglars.
Maragall se esforzó ayer en corregir esta imagen y se desmarcó expresamente de uno de los latiguillos que más han caracterizado la difícil relación de Jordi Pujol con los medios de comunicación: "Contestaré a todas las preguntas, nunca diré hoy no toca", afirmó Maragall en referencia a la seca frase con que Pujol suele cortar las preguntas que le incomodan.
La referencia al això no toca no fue una broma destinada en la práctica a criticar indirectamente al presidente de CiU, sino que fue formulada como una autocrítica: dijo que no diría nunca "no toca" porque en los cuatro años en la oposición se ha convertido en una persona más humilde que cuando era alcalde de Barcelona: "No diré no toca seguramente porque se me condenó a estar cuatro años en la oposición", admitió.
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