Saiz ultima un acuerdo con un grupo italiano

Manolo Saiz ultima los acuerdos para que un consorcio de inversores italo-argentinos, propietarios de varias empresas en Italia y con una sociedad en Holanda dirigida por Manuela Ronchi, manager hasta este año del italiano Marco Pantani, se haga cargo de la actual estructura del equipo ciclista ONCE-Eroski. "Es la alternativa más sólida de las que barajamos", reconoció ayer Pablo Antón, manager de todos los proyectos de Saiz; "de todas maneras, creo que no se podrá concretar hasta la próxima semana, cuando regrese Manolo de los Campeonatos del Mundo de Hamilton (Canadá)".

El nuevo equipo, según el semanario Meta 2000, se llamará Stayer, una de las empresas del grupo de inversores, que se dedica a la fabricación de taladros y otras herramientas de bricolaje y jardinería. El montante aportado por los inversores ronda los seis millones de euros anuales para un periodo inicial de tres años. "Es una cifra inferior a los últimos presupuestos del ONCE-Eroski", dijo Antón, "pero la podremos redondear con aportaciones propias".

El objetivo declarado de los promotores era crear un equipo que tuviera el derecho a participar en el Tour de Francia. Para ello intentó hacerse en principio con los derechos del alemán Jan Ullrich y parte del equipo Bianchi para fusionarse con la estructura de José Miguel Echávarri, que se queda sin promotor por la retirada de Banesto. Fallada esta alternativa y mediada la pasada Vuelta a España, entró en contacto con Saiz.

Para heredar, con vistas al Tour, los derechos del ONCE-Eroski, logrados al terminar el décimo en la lista de la Unión Ciclista Internacional (UCI) de la temporada, la nueva estructura deberá contar con al menos la mitad más uno de los corredores que formaban en el conjunto español.

Tras hablar el domingo con Joseba Beloki, el líder natural del equipo, Saiz cuenta con la conformidad de los hermanos González de Galdeano, Isidro Nozal, Alberto Contador, Mikel Pradera, Ángel Vicioso, Marcos Serrano, Giampaolo Caruso, Luis León Sánchez y Allan Davis. Le faltan dos para llegar a 13, el número necesario.

A diferencia de la situación actual con el ONCE-Eroski, en el cual tomaba todas las decisiones: fichajes, calendario, material, proveedores y hasta diseño de los maillots, en la nueva sociedad Saiz será un empleado con un poder de decisión más reducido. "Es la parte del proyecto que menos nos gusta", dijo Antón, "pero no creo que sea un problema irresoluble".

Las bicicletas ya no serán Giant, la marca anterior del ONCE, que pasa a servir al Telekom de Ullrich, sino Specialized, la norteamericana que equipaba en esta campaña al Domina Vacanze, del italiano Mario Cipollini.

Una figura clave en el diseño de la nueva escuadra ha sido el ciclista italiano con una zapatería madrileña Giovanni Lombardi, que es amigo personal de alguno de los inversores y ha asumido gran parte de las negociaciones con los proveedores.

Lombardi, que correría en el nuevo equipo, tiene también libertad para intentar fichar a los ciclistas que crea necesarios para el proyecto, que se completará con algunos no españoles. Así, el velocista lombardo cree que sería necesario contratar a Filippo Pozzato, una de las grandes promesas italianas, pese a que tiene contrato con Giancarlo Ferretti, del Fassa Bortolo, hasta diciembre de 2005. Otro corredor con el que le gustaría contar es con Gianpaolo Mondini, su amigo y compañero en el Domina Vacanze.