El Zaragoza no deja respirar al Murcia

En el primer minuto el Zaragoza ya demostró sus intenciones. Uno de sus fichajes estrella, el ex madridista Savio, dio el pistoletazo de salida. Lanzó con seguridad una falta que Sanchez Broto no pudo parar. El brasileño abria el marcador del encuentro y el suyo como zaragocista

Apenas cinco minutos más tarde, Galletti era derribado por Cuadrado en el área. Undiano Mallenco pitó penalti. De esta manera, Villa marcó su primer gol en Primera. Ése que tanto se le había resistido en las dos primeras jornadas y que había mantenido al Zaragoza sin un tanto a su favor.

El Murcia, cuando todavía no se había ubicado en el campo, ya iba perdiendo por dos goles.

En la pasada temporada ambos equipos se habían visto las caras en Segunda. En esa ocasión el conjunto murciano ganó y ascendió como primero de la categoría. Pero ayer se jugaba un partido de Primera y el conjunto aragonés supo aprovechar sus años de experiencia.

Por eso el Zaragoza no quiso dar tregua y, antes de que el equipo de Joaquín Peiró subiera peligrosamente al área de Laínez, Savio dio un pase magistral a Galletti, que batió de un tiro raso al portero.

El Murcia lo intentaba sin demasiado impetu, como en el remate de Roberto Fresnedoso al saque de un córner que rozó el poste. Esos tres goles en contra pesaban mucho.

Ya en la segunda parte entró en escena un viejo conocido de La Romareda, el argentino Juan Eduardo Esnáider. No tardó en hacerse ver. Toledo cometió una falta sobre él, al borde del área, con la que Michel puso en un aprieto a Laínez. Era difícil olvidar que Esnaider estaba en el campo, pero salió a jugar cuando ya estaba el marcador en contra.

El Zaragoza jugaba relajado, sin demasiados agobios, y un inspirado Savio quería que llegarán los balones al área del Murcia con sus pases o sus tiros.

El Murcia, con timidez, intentó lanzarse al ataque en un par de ocasiones. Apoyado por Esnáider, Luis García y Michel intentaron batir a Laínez sin éxito.

El conjunto de Flores necesitaba ganar con contundencia, con los ansiados goles. Y así lo hizo ayer, esperando que la mala suerte en el remate de Villa se quede en una anécdota de principio de temporada.