La UPV/EHU crea "El Bosque de la Vida" en homenaje a los que donaron su cuerpo a la ciencia

La UPV/EHU será la primera universidad del Estado en contar con un monumento para albergar las cenizas de aquellos que donaron su cuerpo a la ciencia. Situado en el campus de Leioa, en concreto, en un claro junto al embalse de Lertutxe, en una ladera próxima a las facultades de Medicina y Ciencias, este monumento se ha erigido en homenaje a todos esos donantes sin los que la enseñanza de la Medicina no sería posible. El recinto se denomina Bosque de la Vida, pues consiste en un conjunto de árboles de gran altura realizados acero cortén, en cuyo interior se depositarán las urnas con las cenizas de los donantes. Las obras del Bosque concluirán en breve y la inauguración oficial se llevará a cabo el próximo mes de septiembre.

Incluso, hasta donde conocen tanto los impulsores de la iniciativa como los arquitectos autores del monumento, sólo la Universidad de Cambridge dispone de una obra de estas características.

El Bosque de la Vida es obra del Estudio de Arquitectura Zade + Vilà Associats, ganador del concurso de ideas convocado por la UPV/EHU en el 2000 para la realización de un proyecto arquitectónico-escultórico destinado a la custodia de urnas en el campus de Leioa. "Proponemos la construcción de un bosque. No buscamos un objeto, sino un lugar. Lugar que no es un cementerio, no es un parque, no es un panteón, es sólo un bosque", explicaban los autores en la memoria del concurso.

El Bosque consta de veinte árboles de acero cortén, para cuya disposición se ha seguido imaginariamente el dibujo de unas manos realizadas por Eduardo Chillida en 1985. Cada uno de los árboles tiene entre 14 y 18 metros de altura y 45 centímetros de diámetro, cada uno similar, pero diferente del resto.

Como testigo vivo de la temporalidad será plantado un olivo en el centro del lugar, junto a un banco que simbolizará la mitológica barca del último viaje.

Con este monumento la Universidad del País Vasco quiere homenajear a todos aquellos que donan su cuerpo a la ciencia y hacen posible la enseñanza de la Medicina.

En opinión del rector de la UPV/EHU Manuel Montero, esta obra puede concitar en su seno dos sentidos complementarios. "Por una parte, servirá de reconocimiento a la generosidad de tantas personas que mediante la donación hacen posible el avance de la medicina, tanto en el campo de la docencia como en la investigación, pero al mismo tiempo dotará al campus de Leioa de una obra emblemática, un elemento identificativo en lo arquitectónico, en lo urbanístico y también en lo sentimental".