Orejas con poco peso
La corrida no empezó bien. El toro que abrió plaza levantó la ira de la gente. Desde que salió, ese toro se vino abajo repetidamente, mostrando una debilidad clamorosa. Prácticamente sin picar, no había porqué, Ferrera quiso banderillear con su compañero El Fandi, pero la gente no le permitió semejante atrevimiento. Banderillear a un inválido no tenía sentido, así que fue la cuadrilla quien cumplió el trámite. Las protestas no cesaron; las palmas de tango, tampoco. Vista la escena, Ferrera, tras absurdos intentos, acabó con la pantomima.
Su segundo, tampoco sobrado de fuerzas, se rebrincó en la muleta. No aguantó mucho en los terrenos elegidos por Ferrera para la faena y pronto amagó con irse a las tablas: allí fue donde acabó. La faena de Ferrera, muy ligera de pies, terminó en derroche de efectos, buscando lo fácil.
San Lorenzo / Ferrera, Fandi
Toros del Puerto de San Lorenzo, correctos de presentación, pero venidos muy a menos en la muleta. El 2º fue el mejor. Antonio Ferrera: pinchazo, estocada (silencio); bajonazo trasero (saludos); casi entera, (oreja). El Fandi: entera desprendida (oreja); dos pinchazos y siete descabellos (silencio); casi media y descabello (oreja). Plaza de Valencia, 23 de julio. 5ª de feria. Media entrada.
El sobrero recibió una primera vara con cierta entrega, pero tomó la muleta sin clase y sin humillar. Ferrera buscó de nuevo lo fácil, dentro de una faena más pendiente en ver la reacción del público que del toro.
El primero de El Fandi, segundo de la tarde, fue el toro de una corrida venida muy a menos. Pasó de puntillas por el primer tercio, dentro de una suerte de varas inexistente. Pero fue pronto, tuvo fibra y transmisión en el último tercio. Las dos primeras series de El Fandi con la derecha prometían faena de altura, pero fue un espejismo. Rectificando constantemente los terrenos, sin ligar, esa faena acabó ensuciándose.
Su segundo fue otro toro. Tuvo entrega en varas en primera instancia, pero a El Fandi se le vino muy pronto abajo su planteamiento. Al paso, quedado, el del Puerto no quiso muleta. La faena fue una lucha entre uno que quería y otro que no. Muy centrado en el sexto se trabajó una faena consintiendo mucho a un toro que no acabó de entregarse.
En banderillas, Ferrera y Fandi dieron un recital de facultades físicas. Juntos o por separado, hicieron vibrar a la gente. Apuntaron arriba y clavaron, por lo general, en lo alto. Aunque la partida en este tercio pareció ganarla El Fandi. El premio de las orejas vino más por el recuerdo de las banderillas que por las faenas realizadas.
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