Fonsi Nieto ha vuelto

Dos horas después que Mark Knopfler repartiera los trofeos de la carrera de MotoGP, la organización del Gran Premio de Gran Bretaña penalizaba al italiano Valentino Rossi con diez segundos y le relegaba del primer al tercer puesto, en beneficio de su compatriota Max Biaggi, mientras Sete Gibernau subía un peldaño del podio, del tercer escalón al segundo, y completaba una excelente jornada para tres pilotos españoles. Además de la buena carrera de Gibernau, Héctor Barberá consiguió a sus 16 años su primera victoria en su segundo año en el Mundial 125 y Fonsi Nieto se reencontró por vez primera esta temporada con el triunfo en 250. Al igual que para Knopfler, y puede que para su banda de los Dire Straits, la jornada significó un buen revival para Fonsi y su tío Ángel Nieto, quien ayer celebraba además el 20º aniversario de su título en el octavo de litro.

"Fonsi ha vuelto", proclamó el propio vencedor. "Ya dije que ahora me tocaba ganar a mí", insistió, recordando que, llegados al ecuador del campeonato, en la octava prueba, era el único favorito que no había ganado. Le gusta el circuito de Donington Park, fue segundo el año pasado y ayer volvía a partir el primero. Ocurrió que salió mal, la moto le patinaba, Randy de Puniet le incomodaba y Toni Elías se había largado nada más arrancar perseguido por Manuel Poggiali. Perserverante en su caza, Fonsi acabó por atrapar a Poggiali después de que Elías cometiera un error y se saliera de la pista en un pique con el piloto de San Marino. Ralentizada la carrera, Fonsi superó a Poggiali y después supo cerrar todos los ángulos a su rival, consiguiendo la quinta victoria de su currículo, éxito que le permite volver a la disputa del título: ya es segundo, con 15 puntos menos que Poggiali, y nueve más que Elías, que acabó cuarto, superado por el australiano Anthony West y ganador en la foto finish frente al italiano Roberto Rolfo.

Las mismas puntas presentó la prueba de 125 para los españoles: Héctor Barberá logró su primera victoria mientras Dani Pedrosa se quedaba fuera en la última vuelta. Barberá, que corrió como un campeón, casi siempre en cabeza, evitando cualquier sobresalto, tiró de Pedrosa y de tres italianos: Andrea Dovizioso, Stefano Perugini y Lucio Cecchinello. Perdido el rastro del alemán Steve Jenkner, que se cayó en el primer giro, Pedrosa se puso a cola de grupo, mirando como Cecchinello se iba al suelo, aguardando una oportunidad para irse a por la victoria que adivinó en la horquilla de Melbourne. Llegados a tal punto, ya en la última vuela, Pedrosa fue "embestido por Perugini, con total impunidad". "Ya pasó algo parecido en Suzuka y Jerez", insistió, decepcionado por "desperdiciar la oportunidad de abrir hueco en la clasificación", donde continúa líder con 26 puntos sobre Jenkner. "¿Que dice Perugini que la culpa es mía? Miren la televisión", acabó Pedrosa, dolido con el viejo Perugini mientras Barberá saboreaba su primer triunfo como si fuera el enésimo.

A Pedrosa le advirtieron de que mejor no reclamara porque llevaba las de perder. Justo lo contrario de lo que ocurrió con Valentino Rossi. El italiano volvió a cruzar el primero la línea de meta, tras dos carreras sin ganar, y al final fue penalizado con diez segundos por un adelantamiento indebido a su compatriota Max Biaggi cuando los comisarios agitaban la bandera amarilla en el segundo giro por la caída del japonés Tohru Ukawa. A Biaggi, que se salió en una variante, ya le fue imposible disputarle el triunfo a Rossi hasta que los jueces entraron en escena: Rossi pasó de primero a tercero y Biaggi de segundo a primero, mientras Sete Gibernau, espectador del duelo fraticida entre los dos italianos, pasaba de tercero a segundo. "No pude seguir su ritmo", se conformó Sete Gibernau, segundo también en el campeonato, a 34 puntos del primero, tras sumar cuatro podios.