Boluda anuncia que Fernández Tapias entrará en Aguas
La auditoría reconoce que la CNMV investiga a la sociedad por "falta muy grave"
El presidente de Aguas de Valencia, Vicente Boluda, anunció ayer tras la celebración de la junta general de accionistas que el naviero Fernando Fernández Tapias se incorporará al consejo en representación de la multinacional francesa Saur (Grupo Bouygues). El naviero sustituirá por cooptación a uno de los consejeros galos. Boluda confirmó además la amortización del puesto de consejero delegado, cargo que dejó vacante Aurelio Hernández tras su despido por supuestas irregularidades. La memoria hace referencia al expediente que la CNMV ha abierto contra la sociedad.
Boluda no concretó la fecha de incorporación del naviero Fernández Tapias, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid. Tan sólo dijo que lo hará "próximamente". Su entrada, prevista inicialmente para ayer, no fue "jurídicamente viable" -no estaba en el orden del día-. Asimismo, aseguró que "no se cubrirá" el puesto de consejero delegado que ocupó hasta el año pasado Aurelio Hernández, quien fue despedido, junto al hasta entonces director general, Francisco Pontes, por supuestas irregularidades en su gestión.
El presidente explicó también que la compañía de aguas se propone como objetivo este ejercicio la reducción en un 15% de los costes, aunque afirmó que este recorte, "en principio, no afectará a la plantilla" de Aguas de Valencia. La sociedad firmó además la pasada semana en México un acuerdo con Microsoft "para comercializar un software especial para clientes y abonados de 5.000 o 6.000 municipios de centroamérica y Sudamérica". Boluda señaló que este producto, que se comercializará a través de la multinacional Microsoft, está destinado a municipios que no superen los 600.000 habitantes.
El consejo de administración distribuyó ayer entre los accionistas la memoria del ejercicio, donde está incluido el informe de auditoría de las cuentas anuales consolidadas realizado por Deloitte & Touche, encargada a raíz de los despidos del consejero delegado y el director general, en el que se indica que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) "ha incoado un expediente sancionador a determinados directivos, que fueron despedidos en 2002, y a la propia Sociedad dominante, por la consideración de falta muy grave". Afirman que aunque los administradores de la sociedad dominante "estiman que dicho expediente en lo relativo a la mismas se resolverá favorablemente, a la fecha de emisión de este informe no es posible determinar los efectos de diferente naturaleza que pudieran derivarse de esta situación". En el informe se dice que "excepto por los efectos de los ajustes, si se conociera el desenlace final de la incertidumbre descrita anteriormente, las cuentas anuales consolidadas del ejercicio 2002 expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera".
Una reversión de 54,1 millones
Los accionistas ratificaron las cuentas de 2002, cuyo beneficio consolidado después de impuestos ascendió a 29,2 millones de euros, lo que supone un 20% más que en el ejercicio anterior, en el que la empresa ganó 5,8 millones.
Este aumento se debe a que los beneficios procedentes del inmovilizado alcanzaron el año pasado más de 36 millones de euros, debido a la liquidación de la anterior concesión de suministro otorgada por el Ayuntamiento de Valencia y que concluyó en marzo de 2002.
Según recoge la memoria, la liquidación del anterior contrato de concesión ha supuesto para el grupo Aguas de Valencia "la reversión a favor del Ayuntamiento de la capital de aquellos elementos del inmovilizado material afectos al abastecimiento de la ciudad y transmisión de otros activos, derechos", cuestiones por las cuales la firma recibió 54,1 millones de euros y que "una vez considerados los fondos de reversión y otras provisiones dotadas por Aguas de Valencia, así como los gastos y la cancelación de activos relacionados con el proceso de liquidación, alcanzaron los 36,7 millones de euros" antes de impuestos.
