El último adiós
La vida ciudadana se paralizó ayer en Ripollet y Viladecans. Miles de personas se concentraron, en silencio,
en los aledaños de los pabellones deportivos donde se ofició el funeral por 21 de los estudiantes muertos en el accidente de
Soria. Muchos de ellos eran adolescentes como los que dan el último adiós a los compañeros desde la verja del cementerio.
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