Las decisiones de los jueces acentúan la batalla electoral entre Bush y Gore

Las decisiones judiciales han acentuado la batalla entre George W. Bush y Al Gore por la presidencia de EE UU. El juez Terry Lewis no atendió la petición de Gore de ampliar el plazo para revisar los decisivos votos de Florida, que concluyó a las once de la noche. Sin embargo, Lewis advirtió a la secretaria de Estado de Florida, la republicana Katherine Harris, para que no excluyera "de manera arbitraria" resultados llegados fuera de plazo, como pretendía. Harris accedió a la solicitud del juez y analizará los resultados tardíos caso por caso.

Según los resultados oficiales provisionales anunciados por Harris esta madrugada, Bush lleva una ventaja de 300 votos en Florida. La secretaria de Estado informó de que ésos eran los datos después de que todos y cada uno de los 67 condados de Florida hubieran enviado sus resultados certificados en el plazo que ella había fijado y que el juez Lewis había aceptado. Harris reconoció que tres condados desean efectuar un tercer escrutinio manual y les dio de plazo hasta la tarde de hoy para enviar por escrito sus argumentos. Si éstos no son poderosos, Florida convertirá en definitivos los datos facilitados por Harris, una vez corregidos por el voto por correo, que terminará de escrutarse el viernes. La decisión de Harris permitió a los condados de Florida que lo desearon, como fue el caso de Palm Beach, proseguir con el recuento manual de votos, pero sin tener la garantía de que fueran aceptados. "Examinaremos los motivos del retraso y actuaremos en consecuencia", declaró Donna Blanton, asistente de la secretaria de Estado. El representante de Gore, Warren Christopher, animó a los condados a seguir con la revisión de las papeletas. Según Christopher, "la opinión del tribunal es equivalente al interdicto" que pretendían. "Ahora existe un vehículo para el completo, limpio y preciso escrutinio de los votos de Florida".