"Me falta carisma, lo noto"

El argentino Roberto Bonano (Rosario, Argentina, 1970) llegó al Bar-ça en el verano de 2001 para ganar títulos. Pero no sólo no se ha estrenado, sino que le ha tocado vivir la etapa más conflictiva del club.

Pregunta. Ante el Juventus comienza la hora de la verdad.

Respuesta. No hay oportunidad de equivocarse. Del Juventus me pareció grande lo que dijo De Boer: parece que juegan feo, pero miras el marcador y vas perdiendo por 2-0. Te matan en un minuto.

P. ¿Tiene el Barça potencial para ganar la Liga de Campeones?

R. Lo hecho hasta ahora no asegura nada. Mi sueño es llegar a la final: llegar y ganarla. Es mi obsesión. Quiero alzar la Copa aunque sea como un utillero: Ellos también levantan la Copa.

P. Valdés jugó en Newcastle. ¿Tuvo después la sensación de que peligraba su puesto?

R. Sí. Antic dudó. Y tiene derecho. Pero si me quitara, me gustaría que me lo dijera y no saberlo por la prensa. Otra cosa es si yo sintiera esta vez que me lo merecía.

P. El manual de Antic pasa por un portero que actúe adelantado.

R. El estilo ofensivo del Barça ya obligaba a que el portero jugara como un líbero, con un buen juego de pies. Antic sólo ha tratado de que el portero tenga una personalidad fuerte para decidir en todas las jugadas, especialmente en las de estrategia. Antic da mucho protagonismo al portero.

P. ¿Y se ha conseguido?

R. Nos sentimos mucho más protegidos. Hay errores aún, pero han bajado los goles recibidos .

P. ¿Se imaginaba vivir tanta presión en el Camp Nou?

R. La presión en el River es parecida. Cuando va mal, te matan. Y te suben al cielo si va bien. El Barça tiene otro condimento. Hay una cuestión política y un enfrentamiento muy marcado con Madrid.

P. ¿Afecta una crisis, como esta del Barça, a un jugador?

R. Indirectamente, sí. Las situaciones de inestabilidad terminan, a la larga, afectando, y nadie rinde al máximo. Cuando más se disfruta del trabajo, más se rinde.

P. ¿Se considera usted un jugador con carisma?

R. No, me falta. Lo noto en el campo. Trato de decir lo que pienso, aunque a veces me trae problemas. Pero en cuanto a carisma, no. No soy Puyol o Saviola. Quizás, mi puesto no ayuda demasiado.

P. ¿Por qué?

R. Es uno de los más malos. Llamamos la atención si nos marcan goles o el equipo va mal. Si se gana, los elogios son para los delanteros.

P. A usted, por su sobriedad, se le ha comparado a Zubi, el último referente de la portería azulgrana.

R. Cuando llegué dije que tenía algunas características de Zubi. No quiero imitarlo ni soy igual en nada. Me considero una persona sobria, que no trata de hacer las cosas para la afición, de ser palomitero, sino pasar inadvertido. Quizás, Zubi entró en la categoría de mito. Pero no se puede desprestigiar a Hesp, que ganó títulos. Ha sucedido también con jugadores, que han triunfado en otros equipos. Algo especial tiene este club. No puede ser que todos sean un desastre.

P. ¿Cuál ha sido el mayor problema del Barça? ¿El regreso de Van Gaal? ¿El acoso a Gaspart? ¿Una plantilla sobrevalorada?

R. Los resultados negativos. Sin ellos, se hubieran evitado muchas cosas.

P. ¿Riquelme es tan introvertido?

R. Siempre fue así. No ha cambiado mucho su comportamiento. Es lógico que haya una fase de adaptación. El Boca se basaba en jugar para él; aquí le piden otras cosas.

P. Con Saviola fue distinto.

R. Sí, al principio chupó banquillo por su juventud. Pero la calidad siempre se impone.

P. ¿Es ése su caso?

R. No soy uno de los fijos, por suerte. Siempre he tenido que pelear. El año pasado con Reina y éste con Valdés y Enke.

P. Acaba contrato en 2004. ¿Sería frustrante terminar sin haber conseguido títulos?

R. Sí. Ganar es una de las formas que tiene un jugador de retribuir al club que lo contrató.