Dietas para películas, actos religiosos y festivales
Los datos que han recopilado los inspectores de la Junta reflejan un uso exageradamente amplio de las dietas con las que Cajasur retribuye a sus consejeros por representarla. Tan variopintas son las razones con las que se justifica cobrar 240 euros por reunión que el Ejecutivo andaluz cree que hay indicios de apropiación indebida por un valor superior a los 10 millones de euros sólo en los dos últimos años.
El caso más recurrente es la asistencia a proyecciones de películas de cine. Varios vocales de Cajasur, cuyo Consejo de Administración está formado por seis canónigos, tres representantes del PSOE, dos del PP, uno de IU, cuatro de los impositores y uno sindical, tocaron todos los palos: los dibujos animados (La ruta hacia El Dorado), aventuras infantiles (Kiriku y la bruja, Space Kids), drama (La comedia de la inocencia, 27 besos robados), comedia (El sueño del caimán) o películas históricas (La Inglesa y el Duque).
Los actos religiosos también son frecuentes entre las justificaciones para cobrar una dieta: diez vocales la pidieron por asistir a un concierto del orfeón de Cajasur en la misa de Año Nuevo, tres por acudir al triduo de Nuestra Señora de los Ángeles en Alcolea (Córdoba) y cuatro por estar en la coronación de la Virgen de la Fuensanta. De claro corte religioso son también la conferencia Los tres pilares del pontificado de Juan Pablo II, por la que cobraron nueve vocales o el I Congreso Nacional del Costalero (ocho).
En el listado de dietas que la Junta cree irregulares conviven espectáculos como el concierto de Rosa de Operación Triunfo (cuatro vocales), el teatro (varias representaciones en Córdoba y Fuenteobejuna), la ópera (La Flauta Mágica en Sevilla) o el festival de piano con eventos más singulares: un festival de la avellana, un congreso de gastronomía, un encuentro de la asociación de carniceros o una reunión de amas de casa donde se analizó la sucesión hereditaria.
