La dirección del PSOE congela durante dos semanas la dimisión de Almunia

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, cumplió su advertencia. Ayer, pocas horas después de que José Borrell le derrotara claramente en las elecciones primarias convocadas por los socialistas para designar a su candidato a la presidencia del Gobierno, presentó su dimisión a la ejecutiva del partido. La dirección del PSOE consiguió que Almunia congelara su renuncia hasta que, dentro de dos semanas, se reúna el Comité Federal del partido, el máximo órgano entre congresos. Los 33 miembros de la ejecutiva se emplearon a fondo para convencer a Almunia de la inconveniencia de abrir una crisis de esa dimensión. Almunia argumentó con razones de coherencia personal. Borrell fue de los que más insistieron en la ejecutiva para convencer a Almunia de que permanezca en su puesto. La misma petición le hizo el ex secretario general socialista Felipe González durante una entrevista que mantuvieron durante la madrugada electoral en la sede socialista. Borrell tiene ya, además, el primer encargo de su partido: actuar como portavoz socialista en el debate anual sobre el estado de la nación, que tendrá lugar el próximo 12 de mayo. Será la primera ocasión en la que el nuevo candidato socialista se mida en el Parlamento con José María Aznar, su rival en las próximas elecciones generales.