Ceuta y Melilla elaboran una lista de 223 niños marroquíes para su repatriación

Las delegaciones del Gobierno en Ceuta y Melilla ha remitido al Ministerio del Interior una lista con los datos de los 223 menores marroquíes no acompañados que tienen censados las consejerías de Bienestar Social de ambas ciudades autónomas. El listado ha sido elaborado para agilizar con Marruecos los trámites de repatriación con vistas al reagrupamiento familiar de los niños. Este registro de menores es la primera consecuencia de la reunión celebrada el 17 de febrero por el grupo de trabajo hispano-marroquí sobre asuntos de inmigración.

El delegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro, ha explicado que la vuelta a sus hogares es la mejor alternativa para los niños, con edades comprendidas entre los 10 y los 17 años, aunque algunos de ellos llevan más de dos años residiendo en España. En el caso de Ceuta, se ha logrado documentar a todos los niños que están bajo la tutela de la Administración.

Las autoridades ceutíes reclaman desde hace años que el país vecino se haga cargo de los menores que cruzan clandestinamente la frontera del Tarajal. El año pasado, la Consejería de Bienestar Social ceutí pidió más implicación a las autoridades marroquíes, porque la mitad de los menores inmigrantes residentes en la ciudad procedía de Tánger, localidad que está a unos 80 kilómetros de Ceuta y que tiene dos centros de acogida.

Se quedarán "unos pocos"

Bienestar Social estima que el número de marroquíes menores de edad se ha estabilizado en el último año, de forma que en Ceuta quedan unos 90, de los que tan sólo unos 15 viven en la calle y el resto, en una antigua residencia militar, a dos kilómetros del centro urbano. En Melilla, la cifra es ligeramente superior, ya que hay registrados 133 niños no acompañados acogidos en los seis centros de la ciudad. Para el titular de los Servicios Sociales ceutíes, Hamadi Ananou, la mayoría de los niños deberá regresar a Marruecos en cuanto sea posible y tan sólo se permitirá la permanencia "a unos pocos".

La celeridad con la que se están realizando los trámites para que los menores regresen con sus familias a Marruecos hace temer a las autoridades ceutíes que se pueda repetir una nueva huida masiva de la casa de acogida, como ya ocurrió en agosto de 2002, cuando entre los chavales se extendió el rumor de que se preparaba una devolución a su país de origen. De los 90 que entonces estaban censados en el centro La Esperanza escaparon más de 40, que se escondieron en las escolleras portuarias ante el temor a ser devueltos a su país.