Maestría de Carmen Linares

Un galardón Calle de Alcalá con fundamento el que recibió Carmen Linares en el Festival Flamenco Caja Madrid. Después cantó con su reconocida maestría, acompañada por Gerardo Núñez y un espléndido grupo de músicos. Pero tuvieron elementos en contra, lamentablemente. Primero, el sonido, en el que la música anulaba notablemente la voz de la cantaora, y aunque el problema se arregló en parte, siguió lejos de quedar aceptable. Después, el horario: al filo de la una de la madrugada a Carmen le advirtieron de que debía terminar, y así lo hizo con un breve cante por bulerías. Las contrariedades de que no era responsable habían frustrado parcialmente un concierto en el que ella se había volcado a tumba abierta.

Antes, Paco del Pozo y Calixto Sánchez cantaron alrededor de una hora cada uno. El primero quiere demostrar a ultranza sus méritos; es legítimo, y a veces -en las tonás, por ejemplo- consigue emocionar, pero se equivoca barroquizando el cante en exceso, alargando tercios abusivamente. Calixto cantó en su línea de solvencia habitual, incluyendo poemas de Machado, pero no entiendo muy bien su afán de subrayar el cante con un aparato gestero totalmente inadecuado. Y lo que entiendo menos, todavía, es que estos dos cantaores, que en el programa eran complementarios, dispusieran de un tiempo que luego no pudo disfrutar la indiscutible protagonista de la noche.