Salmones hercúleos y con anticongelante

En el terreno transgénico los peces van todavía por delante de los mamíferos. La investigación se ha desarrollado más porque los peces se reproducen más fácilmente que los mamíferos, y los huevos son mucho más manipulables que los fetos. Además, la piscicultura es una industria en continua expansión. Según datos de la FAO, desde 1984 el sector ha crecido a un ritmo anual cercano al 10%. Debido al aumento de la demanda, equipos científicos de todo el mundo han modificado genéticamente 14 tipos de peces que crecen entre dos y 11 veces más rápido que los originales, según un reciente informe de l...

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En el terreno transgénico los peces van todavía por delante de los mamíferos. La investigación se ha desarrollado más porque los peces se reproducen más fácilmente que los mamíferos, y los huevos son mucho más manipulables que los fetos. Además, la piscicultura es una industria en continua expansión. Según datos de la FAO, desde 1984 el sector ha crecido a un ritmo anual cercano al 10%. Debido al aumento de la demanda, equipos científicos de todo el mundo han modificado genéticamente 14 tipos de peces que crecen entre dos y 11 veces más rápido que los originales, según un reciente informe de la asociación estadounidense Pew Initiative on Food and Biotechnology.

Entre las investigaciones hay truchas arcoiris con el gen del salmón responsable de la producción de hormona de crecimiento, para que crezcan más rápido. Un equipo trabaja con tilapia (un pez que se cría en los trópicos). Le han introducido un gen que aumenta la producción de la hormona del crecimiento. Otro ha desarrollado una carpa herbívora con el gen del interferón humano para aumentar su resistencia a las enfermedades. Hay una carpa dorada con un gen del Macrozoarces americanus, pez que vive en el Atlántico Norte. El gen es responsable de la producción de una proteína que actúa como anticongelante e impide que el pez se muera en aguas gélidas. Los investigadores quieren transmitir la cualidad a la carpa para poder criarla en aguas más frías.

Hay más investigaciones. Muchas de ellas destinadas a aumentar la resistencia de los animales y otras a incrementar su tamaño. Las hay ornamentales, como el pez fluorescente TK-1.

La que se encuentra más avanzada es el desarrollo de un salmón atlántico que necesita la mitad de tiempo para crecer, gracias a que se le ha introducido el gen que regula la producción de la hormona del crecimiento unido a una región de ADN que controla la producción de anticongelante. El nuevo salmón produce hormona del crecimiento durante todo el año. El salmón no transgénico sólo lo hace en el verano. El resultado, según la empresa que lo produce, A/F Protein, es que el salmón crece en 18 meses (en vez de en 30). El tamaño final, sin embargo es el mismo. "No representa un riesgo para el hombre porque los niveles de la hormona en el salmón son los mismos que durante el verano", explica Elliot Entis, el cofundador de la empresa, en la página de Internet. La FDA (máximo órgano estadounidense en materia de alimentos y fármacos) estudia si permite la comercialización del nuevo salmón. La empresa confía en la aprobación y espera ponerlo a la venta en 2005.

Los ecologistas se oponen. Aseguran que el salmón puede afectar al medioambiente. El responsable de transgénicos de Greenpeace en España, Juan Felipe Carrasco, afirma que aunque se críen en piscifactorías, si los salmones se escapan pueden transmitir la capacidad a otros salmones. El Parlamento Europeo mostró el 16 de enero su preocupación por los salmones transgénicos. La empresa dice que los salmones son estériles, pero Carrasco asegura que ningún método asegura la esterilidad al 100% y que una fuga podría suponer una catástrofe.

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