"No destacamos en nada concreto, pero todas las líneas son buenas"

A sus 33 años, Enric Masip sigue siendo uno de los puntales en los que se asienta la selección española de balonmano que, a partir de hoy, disputará el Campeonato del Mundo en Portugal. El lateral barcelonista es el jugador con más participaciones en el equipo nacional (190) y el que más goles ha marcado (617). Tanto él como Mateo Garralda, Talant Duishebáev, David Barrufet, Iosu Olalla o Antonio Carlos Ortega forman parte de una gran generación de jugadores que han llevado al balonmano español a las mayores cotas internacionales. Constituyen la base del grupo que ha ganado dos medallas de plata (1996 y 1998) y una de bronce (2000) en el Europeo y dos bronces olímpicos (Atlanta 1996 y Sydney 2000). Pero tienen una asignatura pendiente: nunca han subido al podio en un Mundial. Su mejor clasificación fue la cuarta plaza en Egipto (1999).

"El primer objetivo es concluir entre los siete primeros para estar en los Juegos de Atenas"

"A Argilés se le compara con Román y no puede tener siempre encima una espada de Damocles"

Pregunta. ¿Realmente el objetivo en Portugal es sólo asegurarse la participación en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, o sea concluir entre los siete primeros?

Respuesta. Es el primer objetivo. Y nos lo planteamos como algo fundamental. Desde 1980 hemos estado en todos los Juegos y para nosotros sería un fracaso no asegurar la plaza para Atenas porque debemos defender la medalla de Sydney. Pero a partir de ahí no nos conformamos con nada.

P. Suena un poco a cobertura ideológica.

R. No lo es. Con equipos más fuertes que éste, siempre se nos han escapado las medallas. Hay una mala sensación en los Mundiales. En Portugal, un mal momento puede dejarte fuera de las semifnales. La clasificación olímpica no se venderá barata, eso seguro.

P. ¿Firmaría el séptimo puesto?

R. No. Pero tendría dudas, porque nunca hemos pasado del cuarto lugar en un Mundial. Las cosas pueden cambiar mucho de un campeonato a otro. Rusia, por ejemplo, fue finalista en 1999 y acabó sexta en Francia en 2001.

P. Forma parte de la mejor generación del balonmano español, un grupo que se está acabando y que puede irse sin una medalla en un Campeonato del Mundo.

R. Es cierto. Se habla mucho de que éste será el último Mundial de esta generación. Hemos ganado muchas medallas y con un poco de suerte habríamos podido llegar a la final en 1993 y 1997. Pero pequeños detalles nos apearon. Está claro que queremos una medalla mundialista. Pero tampoco creo que se trate del último cartucho.

P. ¿Ha pensado en la retirada?

R. Mi objetivo ahora mismo es dejar la selección después de los Juegos de Atenas, el próximo año. Pero no es definitivo. Si me siento bien físicamente y vuelven a llamarme después, puedo planteármelo de nuevo. Lo que nunca haré es acudir a la selección sólo de acompañante.

P. Yugoslavia y Polonia son los dos rivales más duros de la primera fase.

R. Son dos equipos muy fuertes. Polonia despliega un juego rápido y vistoso. Y Yugoslavia tiene un historial detrás que asusta y viene con sus mejores jugadores. Son dos partidos que deberemos jugar a muerte. De ellos dependerá nuestro Mundial.

P. ¿Tan duro será?

R. Muy igualado. Hay selecciones ya acreditadas, como Francia, Suecia, Rusia, Yugoslavia y Alemania. Y otras muy fuertes, como Dinamarca, Hungría, y Eslovenia.Las medallas serán muy caras.

P. ¿Y dónde queda España en todo este contexto?

R. Podemos ganarlo todo. Tenemos un equipo muy equilibrado, con buena combinación de veteranos y jóvenes. No destacamos en nada concreto, pero todas las líneas son buenas y eso nos permitirá hacer muchas rotaciones y dar descanso a los jugadores para llegar en buenas condiciones a la parte final.

P. Se reciben muchos goles a pesar de tener grandes porteros.

R. Barrufet está entre los tres mejores del mundo y Hombrados tiene mucha experiencia. Para mí, forman una de las mejores porterías del campeonato. Pero es cierto que en la defensa es donde más fallamos. Nos falta agresividad. Eso es peligroso porque sin una buena defensa los porteros paran menos y el ataque juega con mucha más presión. Hay que endurecer esta línea porque es en la defensa donde se ganan los títulos.

P. ¿Y de César Argilés, el seleccionador, qué es lo que piensan los jugadores?

R. Nos gusta. Siempre mantiene una actitud muy buena. Pide opiniones. Le gusta dialogar. En los entrenamientos podemos hablar y opinar. Pero es evidente que los resultados le marcarán. Muchas veces se le ha comparado con Juan de Dios Román . Él hizo un buen trabajo, pero César vive otra etapa, con otros jugadores. Y no puede tener constantemente una espada de Damocles sobre su cabeza.