El Logroñés, en huelga, no juega en Binéfar y teme su desaparición
La plantilla, técnicos y empleados del Club Deportivo Logroñés, equipo que milita en el grupo II de la Segunda División B, están de huelga. El equipo riojano no viajó ayer a Binéfar para disputar su encuentro liguero después de avanzar el lunes anterior que comenzaría un paro si no cobraba los cuatro meses que se le debía. Después del Polideportivo Almería, es el segundo equipo español que no se presenta a su partido por huelga. De esta manera, el equipo recibe una sanción de tres puntos y el partido frente al Binéfar se le da por perdido por 3-0. Si persisten en su intención de no jugar, no presentarse al próximo encuentro significaría que se suspenderían todos sus partidos y el equipo ocuparía el último puesto de la clasificación.
El Logroñés navega a la deriva desde su último año en Segunda División, cuando descendió a Tercera por impagos a los jugadores, deuda que aún tiene pendiente. El equipo, ya en proceso de liquidación, logró salir en Tercera y ascender a Segunda División B. La temporada pasada comenzó muy bien pero en Navidades los jugadores iniciaron una huelga por no cobrar y los resultados deportivos se resintieron. Ya en verano hubo problemas para inscribir al equipo en Segunda B por las deudas. Juan Hortelano, que llegó a Logroño con intenciones de comprar el equipo, no materializó la compra.
El pasado lunes, la plantilla dio un ultimátum al liquidador, Julio Jiménez, y al posible comprador. Como no se ha pagado a los jugadores, y las ayudas institucionales no pueden llegar al estar embargadas las cuentas del club, la plantilla comenzó ayer la huelga que puede desencadenar la desaparición del club.
El Zaragoza, líder de Segunda
El Zaragoza acabó el año como líder de Segunda División, tras derrotar al Xerez (1-0), un rival directo en la lucha por el ascenso. Las jugadas de estrategia, a balón parado, volvieron a sacar al Zaragoza del atolladero, como en tantos otros partidos. En esta ocasión fue un saque de esquina que Yordi cabeceó, tras una acción anterior protagonizada por el delantero zaragocista, que obligó a Mora a realizar una magnífica intervención.
