Amor o política
Que el amor y la dedicación a la política son dos "actividades" difíciles de armonizar es un hecho conocido dentro de la clase de los dirigentes. La más reciente prueba de ello la acaba de experimentar el primer ministro de Suecia, Göran Persson, que hace dos días presentó su solicitud de divorcio de Annika. Según declaró ésta a la prensa, su ahora ex marido "eligió mantenerse en el centro del poder" antes que de la familia. La pareja se había casado en 1995 y ambos eran reincidentes, ya que aportaron cada uno un par de hijos a la nueva familia. Annika, cuya firma no aparece en la soliciud de divorcio, dijo que hubiera preferido esperar hasta que pasaran las fiestas navideñas. Persson, por su parte, se limitó a declarar que toda quiebra de una pareja es un fracaso. Todo indica que la decisión partió del primer ministro. Se ignora si detrás de la ruptura existe alguna tercera persona.-
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