Fernando Pagola presenta en Pamplona un caos de cuadros "hechos con entera libertad"

"Tenía ganas de crear algo distinto, dejar la seria monumentalidad de una obra muy escultórica y hacer todo lo contrario. Quería hacer cuadros y están aquí". Fernando Pagola (San Sebastián, 1961) ha llenado la galería Moisés Pérez de Albéniz de Pamplona con un vigoroso caos de lienzos encadenados y llenos de color producto de su "nueva libertad" creativa. Su primera exposición individual de este año deja atrás los muros escultóricos ligados a su formación arquitectónica y presenta bajo el título Love at first sight un "encuentro feliz" con ecléctico resultado.

El autor hace algo más: despliega por las salas de la galería (Larrabide, 21) muchos de las obras que compondrán la edición limitada de su agenda de dibujos, un dietario donde refleja "el día a día" de su pintura.

Pagola agrupa piezas muy sueltas, caóticas, despreocupadas, de carácter geométrico, en murales acumulados que se suceden sin aparente final. "Todo es experimental; son pruebas mezcladas que han huido conscientemente de la definición", señala el artista donostiarra.

Pagola incorpora a la exposición unas peculiares piezas de plástico, en forma de madejas tintadas, que corresponden a un hallazgo casual. "Es un objeto que hallé y al que dí forma. Al principio pensé en aplicarlas a los cuadros, pero no funcionaba y, dentro de esta locura creativa, decidí darles forma por sí solas. Las fotografías las utilicé para los cuadros que acompañan los dibujos".

Figuran también collages en los que el dibujo y la pintura se unen con el uso de fotografías. Pagola ofrece barridos de decenas de dibujos que desvelan su proceso creativo y le brinda la ocasión de descubrir sus nuevos hallazgos pictóricos.

Experimentos

"Aquí hay mucha historieta. Las exposiciones son experimentos. Cuando cuelgas un cuadro cambia la percepción que tenías de él en el estudio, que es como una cocina. Una exposición te permite comprobar si las cosas funcionan o no", explica el autor.

Otra de las ofertas artísticas que destacan actualmente en Pamplona es la del Museo de Navarra (Cuesta de Santo Domingo s/n), que exhibe por vez primera una de sus más recientes adquisiciones del fondo de dibujos de la Fundación Mapfre: la serie Ilustraciones del diablo. Está compuesta por diez trabajos de Rafael Barradas (Montevideo, 1890-1929) con fuerte influencia del simbolismo y las vanguardias.

La serie forma parte de la muestra Maestros españoles del siglo XX, que la pinacoteca mantendrá abierta hasta de enero, y en la que se incluyen bocetos, croquis y obra terminada de artistas como Gris, Picasso, Miró, Chillida o Dalí.

La colección de dibujos de la Fundación Mapfre, iniciada en 1997, ha seleccionado 51 obras (punto de metal, carboncillo, lápiz, aguada...) que recorren un siglo de evolución del género, remontándose hasta Darío de Regoyos (1857-1918).

Mientras, el museo Gustavo de Maeztu de Estella presenta hasta mediados de diciembre 70 dibujos de Manolo Valdés de la mano de la Fundación BBK, en una selección que ya pudo verse en Bilbao. Son tintas sobre acetato y fondo de papel a modo de pruebas personales que reflejan la reflexión del pintor valenciano sobre el trabajo de autores como Velázquez, El Greco o Matisse.