A Gasol le niegan la pelota
"Está claro que el equipo no juega para mí", se lamenta deprimido el jugador español
En la socializada y extensa rotación de Hubie Brown se encuentra un atribulado Pau Gasol en busca de su protagonismo perdido. Tres partidos ha disputado el Memphis Grizzlies bajo la batuta del nuevo técnico y la orquesta sigue sin dar bien un acorde. 11 partidos y otras tantas derrotas, la última ante el Minnesota Timberwolves por 110-106. El ala-pivot español logró 12 puntos y capturó siete rebotes en los 32 minutos que estuvo en pista.
Con Sidney Lowe en el banquillo ya había indicios de que Gasol lo iba a pasar mal este año. La llegada de Brown ha reforzado la sensación. Y eEl jugador ya se ha quejado: "Está claro que el equipo no juega para mí y sigue sin hacerlo, aunque este año he empezado con mucha más confianza que el año pasado. Creo que podría ser más útil para el equipo y que podría hacer muchas cosas. Siempre he tenido ganas de asumir la responsabilidad, de dar la cara. No puedes pedirle a un compañero que te pase el balón, si el entrenador no dice que lo haga", afirma el ala-pívot.
Más allá de la fría estadística, Gasol anda extraviado. Ha perdido protagonismo en los sistemas de ataque de su equipo. Al menos es lo que se desprende de los tres partidos que ha dirigido Hubie Brown. El entrenador ha sacado a escena a toda la compañía, repartiendo equitativamente los minutos entre titulares y suplentes: diez jugadores con más de 20 minutos de juego. Puede que se trate de una estrategia o de una toma de contacto con toda la plantilla en búsqueda de conclusiones. "Ahora estamos en un período de pruebas para ver quién vale y quién no", explica el jugador español. Gasol anda deprimido y eso nota también en su defensa, que en ciertas fases del juego no es lo intensa que debiera.
El más perjudicado de la nueva situación de Memphis es el español, que ha bajado de forma alarmante sus estadísticas y su participación en el juego. De promediar 21 puntos por partido, ha pasado a 10. Si antes lanzaba 13 veces de media por encuentro, ahora se limita a 9. La explicación es fácil. El español anda como alma en pena en ataque sin recibir un mísero balón. Sirva de ejemplo el tercer cuarto del último encuentro ante el Minnesota. Comienza ese período como titular y no tiene la pelota hasta dos minutos y medio después, cuando envía un pase al croata Gordan Giricek. Luego, una asistencia al balcánico y dos canastas en los dos tiros que intenta. Y pare usted de contar. Algo más de ocho minutos en pista y al banquillo hasta las postrimerías del último cuarto. Quedaban 23 minutos y Gasol ya había conseguido diez de sus 12 puntos y lanzado siete de sus nueve tiros.
Más tarde, en la prórroga, Stromile Swift quiso ganar por su cuenta con lanzamientos precipitados y en mala posición. Resulta llamativo que en los dos partidos en que el Memphis ha estado más cerca de ganar, el último ante Minnesota y hace un par de semanas frente a San Antonio, la aportación de Pau Gasol en las últimas posesiones de su equipo haya sido prácticamente nula.
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