Reflujo
Los mercados de valores siguieron ayer con su particular vaivén de las últimas jornadas que a veces hace coincidir los avances con las buenas noticias y otras veces no, de ahí los problemas de los analistas para ofrecer un discurso coherente sobre lo que está sucediendo en las bolsas.
Ayer hubo un movimiento de reflujo en las bolsas europeas, posiblemente porque el dato de la producción industrial en la eurozona para el mes de septiembre confirmó la debilidad de la economía, pero el dato es viejo y su capacidad de sorprender a los inversores debe considerarse como prácticamente nula.
Un poco más allá está el retroceso de la Bolsa estadounidense en la jornada anterior, un dato más rotundo y capaz por sí mismo de forzar actitudes prudentes incluso entre los que están convencidos de que las cotizaciones mantienen una curiosa tendencia al alza en esta parte final del ejercicio, posiblemente ligada a la necesaria generación de confianza entre los desconcertados inversores.
El Ibex 35 cedió el 0,90% y el índice general de Madrid el 0,69%, cifras muy similares a las del resto de las bolsas europeas. París bajó un 0,97% y Londres el 0,47%, mientras que Francfort obtenía beneficios puntuales de la recuperación de Nueva York y sólo bajaba el 0,52% poco antes del cierre. En esos momentos el Dow Jones subía el 0,38% después de una apertura a la baja que frenó cualquier intento de mejora en el resto de los mercados europeos.
El IPC de octubre en Estados Unidos, con un incremento del 0,3% y una tasa interanual que crece hasta el 2%, cuestiona futuras rebajas de los tipos de interés, pero ello no supuso impedimento alguno para que la inversión a corto aprovechara unos precios relativamente atractivos.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.200,43 millones de euros, con el 50% negociado entre Telefónica y las operaciones institucionales casi a partes iguales.
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