Un poeta en el teatro

Parece que la primera vocación literaria de Vicent Andrés Estellés (Burjassot 1924-Valencia 1993) fue el de la escritura dramática, llevado de su fascinación por el teatro, al que ofreció unos Oratoris en fecha tan relativamente tardía como 1978. Ahora, el profesor y crítico Francesc Calafat ha rescatado de entre los probablemente numerosos escritos inéditos del mayor poeta valenciano de posguerra dos dramas y una farsa que tendrían su origen en los días de la Guerra Civil para ser reescritos por el autor en la segunda mitad de los años cincuenta.

El interés de estas piezas teatrales del insigne poeta es relativo, desde el punto de vista de la escritura teatral, aunque parecen susceptibles de iluminar de manera un tanto oblicua sus actitudes como escritor y sus hábitos a la hora de fechar sus obras, tanto poéticas como de otra clase.

La más recia de estas aportaciones teatrales de Vicent Andrés Estellés es, sin duda, la que titula Tot l'amor de la terra, una obra de tintes clásicos, un tanto a la manera griega, con presentador y coro incluidos, que toma como eje la guerra civil y el propósito revolucionario para describir conductas de origen diverso en un magma teórico que se vincula tanto con el papel del escritor en su época como con las tensiones de una opción individual o colectiva al calor de acontecimientos que se suponen decisivos para todos en tiempos de conflicto agudo, lo que también sirve a Vicent Andrés Estellés para apuntar alguna que otra hipótesis sobre un asunto de tantos quilates como el lugar de la libertad en relación con la necesidad de adoptar conductas drásticas. Precisamente en este tema de la elección de la conducta individual ante un conflicto social asoman algunas de las páginas del primer Sartre acerca de la responsabilidad de la elección, algo que solventó con cierto apresuramiento Albert Camus, en su discurso de recepción del premio Nobel, al decir que si tiene que elegir entre la justicia y su madre, elige a su madre. Esta afirmación le valió la reprimenda de Sartre en su ya famosa respuesta a Camus.

En ese ámbito de preocupaciones se desarrolla la obra teatral inédita hasta ahora del gran poeta valenciano, deudor tanto de los simbolistas franceses en su poesía como del existencialismo de autor que se pregunta sobre la dignidad de la conducta individual cuando se decide entre el fragor de enormes y sangrientos conflictos colectivos, en su teatro hasta ahora medio inédito. Aquí se fusiona la inmediatez temporal de algunos de estos textos, empezados a escribir en plena guerra civil, con una reelaboración posterior que comparte tanto la certidumbre de la perpetuación de las consecuencias del conflicto civil como la dedicación definitiva del autor a la poesía

Una cierta sátira de ese mismo tema se encuentra en la segunda de las piezas editadas en este volumen. En Una imatge de l'odi la acción tiene lugar cuando la tragedia ya se ha consumado. Jerarcas franquistas y provinciales de la posguerra hacen su vida de tarde en un burdel (uno de los temas preferidos de Estellés), no exento de las chulerías y humillaciones que el lector puede imaginar, obra en la que también intervienen presentador y coro, en un volumen que se cierra con La farsa dels joves amants, donde un militar entre teniente y general se aburre tanto en tiempos de paz que urde la confección de crucigramas de difícil solución.

Una edición necesaria de textos menores de un poeta emblemático que serán, sin duda, de gran interés para los estudiosos de la obra de Vicent Andrés Estellés, y servirán de cuaderno de bitácora para situar algunas de las preocupaciones posteriores del Estellés ya poeta y más maduro. En cualquier caso, estos textos, que no añaden nada a la historia teatral del siglo recién pasado, podrían ser al menos dramatizados en una lectura de homenaje al gran poeta de Burjassot.