Bush logra en las urnas todo el poder para culminar su programa conservador
Los republicanos consiguen el control total del Congreso de Estados Unidos
Bush apostó todo su prestigio en las elecciones y logró que los candidatos republicanos ganaran por márgenes que en ocasiones no esperaban. Eso quiere decir que el presidente tendrá manos libres para aplicar su programa y trabajar con la vista puesta en su próximo gran reto: las presidenciales de 2004. A pesar de que sus amigos calificaron el triunfo de histórico, por lo excepcional que es avanzar posiciones en las Cámaras cuando se ocupa la Casa Blanca, en las primeras horas Bush no hizo declaraciones. 'Es una cuestión de discreción y elegancia', aseguró Fleischer.
El nuevo líder de la mayoría del Senado, el republicano Trent Lott, explicó así la victoria: 'Teníamos un líder indiscutible, a diferencia de los demócratas, y en las cuestiones que más preocupan a la población, como la guerra contra el terrorismo, la seguridad, la defensa y la honestidad en la gestión económica, éramos más fuertes'. La decepción demócrata era palpable. A pesar de mantener California y de conquistar importantes Estados como Michigan, Illinois y Pensilvania, perdieron en feudos como Georgia y Maryland. Y la batalla de Florida -visitada por Bush 21 veces en los últimos 12 meses- fue ganada por Jeb Bush, hermano del presidente.
El control republicano de las Cámaras hará que los conservadores refuercen su mayoría en el Tribunal Supremo, Bush lanzará un paquete de reducción de impuestos y reactivación de la economía y se desarrollará la iniciativa del superministerio de Seguridad, que estaba bloqueada. Los demócratas, por su parte, aseguraron que pondrán la vista en las presidenciales de 2004.
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