Fonsi Nieto cae por siete milésimas

Siete milésimas, ni una más; una minucia, un suspiro, apenas un pestañeo. Siete milésimas acabaron con el sueño de Fonsi y apagaron de golpe el brillo de su candidatura al título mundial de los 250cc. El piloto español llegaba al circuito de Philip Island (Australia) con la intención de apurar sus pequeñas posibilidades para jugarse todo el próximo día 3 de noviembre, en Valencia. Quería Fonsi guardarse esa carta, prorrogar su sueño. Pero para ello, teniendo en cuenta los 27 puntos de ventaja que le sacaba Marco Melandri, era imprescindible que quedara por delante del italiano. No lo consiguió. Ganó éste, Fonsi fue segundo y sus esperanzas se fueron al garete.

La irrupción de Fonsi Nieto, de 23 años, en este Mundial con Aprilia ha sido estruendosa. El madrileño ha hecho más, mucho más de lo esperado, convirtiéndose en el abanderado del motociclismo español. Por eso está en su derecho de declarar que su papel en esta edición del Mundial ha sido extraordinario. No le falta razón. Pero las expectativas han ido engordando de tal modo que lo ocurrido ayer supone una decepción. Sobre todo por cómo se desarrollaron los acontecimientos. Y ello sin olvidar que Melandri es un grande, un perro viejo pese a sus 20 años, que lleva seis temporadas disputando el Mundial.

Denunció Melandri a viva voz en los días previos a la carrera un supuesto complot, con Fonsi y Elías aliados en su contra; con España entera empujándole al suelo para que Nieto pudiera llegar a Valencia con posibilidades de título. Decía Melandri que desempolvarían los españoles su catálogo de las malas artes para perjudicarle. Qué ocasión perdió para callarse. No hubo complot, no hubo nada sucio, nunguna artimaña, ninguna zancadilla, nada. Lo que hubo fue un duelo inigualable entre él y Fonsi Nieto, entre los dos mejores pilotos de la categoría.

Un duelo que se resolvió en la última vuelta, en la antepenúltima curva. Llegaron allí los dos pilotos juntos, y en solitario, tras escaparse en los primeros compases de la prueba. La pole position era propiedad de Fonsi, pero este asunto, que se ha repetido en nueve ocasiones en el actual ejercicio, es baladí cuando del madrileño se trata, pues sus puestas en escena suelen ser peor que pobres. La de ayer, sin embargo, no estuvo mal del todo. Tomó la primera curva en tercera posición. Fue Elías quien durante un instante encabezó la prueba, seguido por Melandri. Pero enseguida desapareció aquél de los puestos de honor, lo que dejaba todo en un mano a mano entre el líder y Fonsi.

Dio la impresión de que el madrileño quería frenar la carrera, para esperar a Elías, quizá. Sucesivamente fueron ocupando el primer puesto Melandri y Fonsi. Pero éste, sabedor de que no podría escaparse, rechazó una y otra vez ocupar aquel lugar. Fonsi estudiaba cada acción de Melandri, le dejaba ir unos metros para mostrar su capacidad de reacción, que era rapidísima. Entraron ambos corredores en la penúltima vuelta y Fonsi tomó la cabeza. Pareció aquel el instante decisivo, pero el español, sorprendentemente, frenó, se incorporó en su moto, miró para atrás y dejó pasar a Melandri.

En la última vuelta, la más emocionante que se ha vivido en el Mundial, se produjeron hasta seis adelantamientos, el último tres curvas antes de la meta. Fonsi no quería encabezar la prueba hasta la recta final. Y arriesgó tanto que se quedó de golpe sin espacio, sin tiempo, sin victoria y sin título.