Barreras en la comisaría
Una minusválida física obliga a la policía de Jaén a renovarle el carné en la calle
Pilar Cruz Estella es una minusválida física que ayer sacó los colores a los funcionarios de la comisaría de policía de Jaén. Allí acudió para renovar su DNI, pero desde el principio tuvo claro que no dejaría que nadie le hiciera un favor y la subiera en brazos para salvar las escaleras con las que se accede a las dependencias. Pilar y sus compañeros de la Asociación Provincial de Minusválidos Físicos (Aspramif) dijeron basta y acudieron a la comisaría acompañadas de varios periodistas para dejar constancia de su negativa a seguir padeciendo una de las muchas barreras arquitectónicas que hay en los edificios públicos de Jaén.
Pilar hizo llegar el mensaje a los funcionarios policiales de que o sacaban la oficina a la calle o se negaba a renovar su carné. No fue fácil, pero al final logró que una funcionaria bajara a la calle para tomarle los datos y las huellas dactilares. Después de muchas vacilaciones, la policía optó por la vía más diplomática, aunque, eso sí, tras advertirle que dentro de una semana deberá pasarse a recoger su nuevo documento. De nuevo se planteará el mismo conflicto, aunque probablemente después del episodio de ayer, seguido con expectación por muchos curiosos en la calle Arquitecto Berges, la policía se plantee alguna medida para ponerle las cosas más fáciles.
'Hemos querido hacer una llamada de atención para sensibilizar a la policía, como ya lo han hecho otras instituciones públicas, de la necesidad de eliminar las barreras arquitectónicas', explicó Isabel Ruiz, presidenta de Aspramif. Esta asociación, que agrupa a más de 300 discapacitados físicos de Jaén, lleva a cabo una permanente campaña de denuncia para que el diseño de ciudad no se haga a sus espaldas. Hace dos meses colocaron multas simbólicas a los vehículos estacionados en las aceras del barrio del Arrabalejo, porque ése es otro de sus problemas.
En Jaén son muchos los edificios que resultan inaccesibles para estas personas. Así ocurre, por ejemplo, en el edificio de la Agencia Tributaria, en la céntrica plaza de la Constitución, con escaleras en su acceso principal. O en la Delegación de Salud de la Junta, en el Paseo de la Estación, en el edificio de Correos de la plaza de los Jardinillos, o en los cines de la ciudad. Las quejas se extienden también al Ayuntamiento, pero en este caso porque el único acceso apto para las personas discapacitadas es por una entrada lateral.
También en los colegios públicos de la provincia la situación resulta alarmante. Según un estudio de Aspramif, de los 553 centros de la provincia sólo 82 cumplen los requisitos mínimos de accesibilidad. El 55% no dispone de acceso alternativo, el 47% tiene los aseos en lugares inaccesibles y el 58% tiene en la misma situación las aulas en plantas superiores. En la capital 80 centros son inaccesibles y sólo 24 accesibles, y en Linares la proporción es de 49 y 6.
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