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Reportaje:

Del recreo al teatro

25 niñas de entre 6 y 15 años protagonizan el musical 'Annie'

Tienen entre 6 y 15 años y se dedican a trabajar. Lo hacen los fines de semana (de viernes a domingo, para no interrumpir sus estudios) y realizando lo que más les gusta: cantar y bailar. Cada tarde, ante un público de trasero inquieto y en un teatro Novedades donde se respira la sobredosis de azúcar que llevan las golosinas, se divierten representando el no menos dulce melodrama de la huérfana Annie. Pertenecen a un grupo seleccionado, el de las 25 niñas escogidas en un casting para el musical al que se presentaron 500 candidatas. El trabajo de estas niñas consiste en divertirse en el escenario para que se divierta el público que acude a cada función.

Marta Albert, de 12 años, es el objetivo a la que apuntan los focos durante las más de dos horas de espectáculos. Ella es Annie, la protagonista y, por tanto, la única que repite los tres días de la semana en los que hay función. El resto de las actrices que conforman el coro de huérfanas se va turnando, 10 en cada función. 'No me canso. Al revés, disfruto un montón y siempre hay tiempo para descansar', dice Marta Albert. Ella comparte con sus compañeras una serie de cualidades: posee desparpajo y vivacidad, se siente segura en el escenario y sabe cantar y bailar. 'Yo era de las que actuaban en casa delante del espejo y en los festivales del cole. ¡Ah!, Y en los pastorets', explica Albert. Éste es su estreno en el teatro y también lo es para sus compañeras más pequeñas, las actrices de 6 a 8 años que del preescolar viajan al escenario para despertar la ternura entre el público adulto. Para las mayores, como las hermanas gemelas Laura y Ana Ventura, de 15 años, esto significa un paso más en un currículo que parece demasiado largo para la edad que tienen. 'Desde pequeñas llevamos haciendo cosas. Hemos participado en rodajes de películas, anuncios y videoclips; vamos a clase, cantamos en algún festival y en fiestas de presentaciones de productos', dicen. 'Es que esto es nuestra diversión, disfrutamos actuando', comentan.

Es un juego que las ha convertido, al menos durante unas semanas, en el principal atractivo del musical. 'Además nos hemos hecho amigas únicas. Preparamos cenas todo el grupo y organizamos fiestas de pijamas', dicen las gemelas. 'No intentes averigar quién es quién, seguro que te vas a confundir de nombre', bromea Marta Albert, que no para de arreglarse el pelo después de llevar durante dos horas una peluca que la caracteriza como la huérfana que dibujó en un cómic Harold Gray y que luego se convirtió en la protagonista de un musical y, más tarde, de una película. 'La peluca es horrorosa. Ya podían dejarme ir con el pelo suelto', dice. Ella es la tercera Annie tras las de Madrid y Bilbao. Luis Ramírez, director y productor del espectáculo, selecciona el grupo de niñas actrices en cada teatro que visita el musical que acompaña en la gira a Jekill & Hyde. Las pequeñas actrices de Barcelona dispusieron de sólo dos semanas de ensayo antes del estreno. 'Aunque antes nos habían dado los discos y las letras de las canciones, los ensayos se hicieron algo duro. Trabajábamos de tres a cuatro horas diarias aprendiendo coreografías y canciones', comenta una de las chicas. 'Pero bueno, como era verano, así no nos aburríamos sin nada que hacer en Barcelona', replica Marta Albert. Para ella, aparte de los problemas con la peluca, lo peor son las escenas en las que actúa acompañada por un perro. 'El día del estreno no se quería mover y tuve que arrastrarlo por todo el escenario, lo pasé fatal'.

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