Música para fomentar la nostalgia

La Aste Nagusia bilbaína arranca mañana con un presupuesto de 2.067.841 euros (229.760 diarios). Vista la cantidad de formaciones musicales que forman parte del programa, es de suponer que su contratación habrá absorbido buena parte de ese dinero, pero resulta que el concierto estrella pretende ser el de Simple Minds en Abandoibarra. Un plato fuerte descafeinado, ya que lo realmente interesante habría sido contratar al conjunto escocés en los años ochenta, cuando hollaban la cumbre artística y comercial de su carrera. Lo cierto es que ahora los de Glasgow están un tanto de capa caída y, aunque siguen editando discos de vez en cuando (el último, Cry, este mismo año), su pop electrónico y sofisticado ya no resulta tan atractivo. Por no decir que está pasado de moda. Los responsables de la fiesta se han gastado una buena partida en fomentar un mero ejercicio de nostalgia.

Mañana mismo, muchos preferirán escuchar la música folk de los escoceses Capercaillie o los sones latinos de Juan Perro, alter ego de Santiago Auserón, ex Radio Futura. Y el domingo destacan los estadounidenses Big Soul que, con su música funk, dinámica y divertida, pondrán a bailar a cuantos se acerquen a la plaza del Gas. Su último disco se titula Funky beats Vol. 1 y sus canciones ya sonaron el pasado mes de noviembre en la sala Azkena de la capital vizcaína.

El Palacio Euskalduna cumplirá su compromiso de programar género chico durante la Aste Nagusia acogiendo tres representaciones de Los gavilanes, presentada como la segunda zarzuela más representada entre los 13.000 títulos del género que están registrados. Con música de Jacinto Guerrero y libreto de José Ramos Martín, se trata de una producción cedida por el Teatro Bellas Artes de México, y cuenta con dirección escénica del venezolano Leonardo Jiménez. De la musical se encarga el vasco José Antonio Irastorza.

Fito Cabrales

Esta versión tiene el atractivo añadido de poder escuchar la voz de Izaskun Kintana, prometedora soprano vizcaína. 'La zarzuela es un género que, aunque la gente crea que es chico, es muy grande, en el sentido de que es muy difícil de cantar, entre otras cosas porque el nuestro es un idioma que no ayuda demasiado', asegura Kintana, quien cantará junto a la soprano Milagros Martín, el barítono Ismael Pons y el tenor Guillermo Orozco. En el primer entreacto se podrán ver los fuegos artificiales desde las terrazas del Euskalduna.

Mientras las fiestas de Bilbao arrancan, la Semana Grande donostiarra llega a su fin. En el escenario de la plaza Sagües se podrá escuchar esta noche a Guaraná interpretando las canciones de El efecto Guaraná, un disco editado el pasado año y construido alrededor de sonidos latinos y detalles rumberos. Mañana será Fito Cabrales quien ocupe este escenario al frente de los Fitipaldis, con quienes repasará un segundo elepé en solitario, Los sueños locos, del que ya se han vendido más de 50.000 ejemplares y en el que toca tanto rock and roll como blues y swing.

En lo que se refiere a la cartelera teatral, el noveno Festival de Teatro de Humor de Araia, que incluye obras de Zirco Ttipia, Tentazioa y Les Commandos Percu, entre otros, acoge el estreno en Euskadi de Bar de lágrimas. Se trata del último montaje de Los Ulen, una 'comedia con tintes negros' que se desarrolla en la cantina de un cementerio. 'El hastío y la rutina continua de este bar se va transformando por la aparición de nuevos personajes. Así, el bar se vuelve una gigantesca boca en la que la voz de los miserables se muta en alarido sincero empapado en alcohol', revela la sinopsis facilitada.

Bar de lágrimas podrá verse también el domingo en Bilborock. La antigua iglesia de La Merced ofrece un año más, coincidiendo con la Aste Nagusia, el ciclo Teatro de Humor, que comienza mañana con Jánsel y Pónsel, una obra de la compañía Bucanero.

El Kursaal acoge esta noche otro estreno de relumbrón. El Ballet del Teatro Alla Scala de Milán representará allí Giselle, una pieza con coreografía y dirección de la bailarina francesa Sylvie Guillem, que narra un amor trágico.

Olite alcanza estos días el ecuador de su tercer Festival de Teatro Clásico, y hoy y mañana ofrecerá La fuerza lastimosa, una adaptación de la tragicomedia en la que Lope de Vega recreaba el amor entre la infanta Dionisia y el conde Alarcos. Mañana y el domingo, Lope de Vega dará paso a Tirso de Molina, el autor de Don Gil de las calzas verdes, una obra que Teatro Corsario representará en la plaza de la Rueda que narra la historia de unas mujeres despechadas que se hacen pasar por hombres.