En las tripas de la cumbre
El Centro de Coordinación Operativa de Sevilla gestiona los actos del Consejo Europeo y de la reunión alternativa
Mediodía. Oficinas del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) del Ayuntamiento de Sevilla. Es una de las cocinas de la cumbre europea, encargada de que todo funcione en la ciudad: Tráfico, Policía Local, bomberos, limpieza y demás servicios municipales. 1.200 personas a su disposición. Su director, Faustino Valdés, recibe una llamada al teléfono móvil. '¿Cómo? Es la primera noticia que tengo. Será un rumor infundado, pero espera que lo confirmo'. Relajado tras un arranque de la cumbre tan pacífico como lo había soñado, su cara refleja ahora un vuelco en el ánimo.
Unos minutos después, tras las comprobaciones pertinentes con el centro de coordinación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, otro de los fogones de la cumbre, retoma la conversación con su primer interlocutor: 'Oye, efectivamente nada de nada, era sólo un rumor'.
Los datos del rumor incluían hasta la cifra de muertos: una decena
Sonríe de nuevo. Afortunadamente, y pese a que ya lo ha difundido algún medio, no es verdad que un coche bomba de ETA haya explotado en la avenida de La Palmera. Los datos del rumor incluían hasta la cifra de muertos: una decena. Imposible que fuera verdad y Valdés, al mando de un centro que lleva 45 horas trabajando ininterrumpidamente, no se hubiera enterado.
La cumbre europea acaba de arrancar. Una nueva llamada al móvil confirma que todos los jefes de Estado y de Gobierno están ya en el Palacio de Exposiciones y Congresos. Otra más da fe de la llegada del Rey al Hospital de los Venerables. Todo marcha. Desde su despacho en pleno corazón del casco histórico, Valdés dirige un centro creado hace año y medio para enmendar los problemas de coordinación entre fuerzas de seguridad y servicios del Ayuntamiento, que en la Semana Santa de 2000 provocaron los famosos incidentes de la madrugá. Allí, un miembro de cada servicio municipal atiende las incidencias que surgen en la ciudad desde una sala equipada con modernos equipos informáticos y de telecomunicaciones. Y todos bajo la coordinación de una gestión única.
Parece que aquel propósito de enmienda tuviese como objetivo la organización de este Consejo Europeo, que aunque sólo dura dos días ha requerido más de dos meses de preparación y lleva semanas condicionando la vida de la ciudad, sobre todo por las fuertes medidas de seguridad impuestas tanto en el interior de Sevilla como en sus accesos.
Del despliegue policial no se ha librado ni el propio Valdés, que ayer por la mañana salió de casa a las 7.00 para estar a las 8.00 y no alcanzó la oficina hasta pasadas las 10.15. Al menos llegó a tiempo para la reunión diaria de las 11.00, en la que el director del centro repasa, con los encargados de cada servicio municipal, encabezados por el delegado de Seguridad Ciudadana, José Gallardo, las incidencias del día anterior y las previsiones para la jornada.
En el Cecop asisten con atención al ajetreo diario Soeren Brydholm, subjefe de bomberos de Copenhague (Dinamarca) y sus dos acompañantes. Han venido para aprender de sus compañeros españoles. A ellos corresponderá organizar la próxima cumbre europea, en septiembre, en la capital danesa. 'Esto está muy bien montado', dice en correcto inglés Brydholm. 'Queríamos comprobar qué clase de incidentes podemos esperar y cuantas personas y recursos hay que disponer para organizar un acontecimiento como éste. Sevilla es buena porque tiene un tamaño similar a Copenhague, aunque tenemos la ventaja de que no hay calles tan estrechas como aquí', concluye.
Por una de esas callejuelas, justo bajo el despacho de Valdés, discurre un pasacalles organizados por el Foro Social de Sevilla. 'Mientras sea así de pacífico', dice. Su preocupación, compartida con Gallardo, es la manifestación de esta tarde. 'Junto con los traslados de los jefes de Estado y de Gobierno, son los dos momentos más comprometidos del fin de semana. Espero que no pase nada'.
13.30. El vicerrector de la Universidad Hispalense reclama a Valdés presencia policial en el campus. El Foro pretende celebrar una actividad no prevista y quiere tomar precauciones. Valdés traslada su petición al Cuerpo Nacional de Policía. El trabajo no cesa. Aún quedan 47 horas a pleno rendimiento.
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