Raúl, a vueltas con una ecografía

La mayor incógnita de la selección española para el partido de los cuartos de final, el sábado, contra Corea del Sur comenzará a despejarse hoy cuando Raúl decida si se somete o no a una ecografía del muslo derecho. El propio delantero resolverá la duda: en el caso de que no sienta molestias se descartará la revisión médica; si, por el contrario, persistiese el dolor, el estudio determinará el alcance preciso de la lesión que sufrió el pasado domingo, en Suwon, durante el encuentro con Irlanda en los octavos.

Raúl recibió una patada que le provocó lo que los médicos, en una primera exploración, consideraron un 'estiramiento del aductor', un músculo que se sitúa bajo la ingle. Desde el lunes, el jugador permanece encerrado en la residencia de Seobu, la sede de la concentración del equipo, repartiendo el tiempo de recuperación entre la camilla del fisioterapeuta, la piscina y el gimnasio.

El madridista se transforma en vísperas de los partidos decisivos. Entonces aflora su perfil menos sociable, más introvertido y solitario. Sólo piensa en competir. Le da vueltas a los partidos, al rival, a su cuerpo y a sus compañeros. Si está lesionado, endurece su carácter. Ayer, según alguien que le encontró haciendo ejercicios en el gimnasio, fortaleciendo la musculatura que rodea a la dañada, era uno de esos días en los que Raúl se muestra sombrío y distante. Sin poder entrenarse con el resto de sus compañeros, bajo la jurisdicción del traumatólogo, Genaro Borrás, y, sobre todo, de su fisioterapeuta preferido, Pedro Chueca, el jugador más famoso de España no estaba para bromas.

La ecografía a la que se sometería Raúl en el caso de no mejorar es la técnica más precisa y más barata en lesiones musculares como las que sufre el delantero, según el médico. En la imagen que se obtuviera se podría observar si el aductor dañado ha sufrido un mero estiramiento o si existe una microrrotura. De ser así, las posibilidades de que jugase finalmente contra Corea serían prácticamente nulas.