Los barceloneses descubren el Fòrum

El Fòrum 2004 va tomando forma en la imaginación de los barceloneses. Desde un mirador de seis metros de altura, pegado a la Ronda Litoral y a pocos metros del monumento a los fusilados del Camp de la Bota, los visitantes pueden darse una idea de cómo quedará el área del Besòs, entre Barcelona y Sant Adrià, dentro de dos años.

Unas 1.600 personas, según el Ayuntamiento, visitaron el mirador desde el pasado viernes. Entre los mil visitantes de la soleada jornada de ayer figuraba el alcalde, Joan Clos, que acudió porque le dijeron que había riadas de gente y 'no lo podía creer'. Otros, como Carmen Janoher, se quejaban de la falta de 'señales orientativas' para llegar.

Este punto de información sobre el Fòrum de les Cultures de 2004 se concibió para explicar todos los detalles sobre el gran complejo (cinco veces más grande que la Villa Olímpica), que abarcará un centro de convenciones, hoteles, oficinas, una gran plaza, un puerto deportivo, playas, una universidad, una central térmica y una depuradora.

El primer punto obligado para los visitantes es una pequeña caseta donde se proyecta un vídeo informativo mayoritariamente en inglés, con subtítulos en catalán, sobre el proyecto. La particularidad idiomática del vídeo responde a 'una idea de la Administración anterior', explican los organizadores. Éstos optaron por narrar la historia de una periodista extranjera que desembarca en Barcelona para hacer un gran reportaje y elige la transformación debida al Fòrum 2004. 'Lo que me queda claro es que aquí se habla catalán e inglés, incluso más lo segundo que lo primero', opina Margarita de Simón, una catalana que se acercó al mirador para 'entender qué quieren hacer en esta zona'.

En medio de un paisaje de perforadoras, grúas, excavadoras y todo tipo de maquinaria pesada, las guías se esfuerzan por explicar la ubicación y forma de los grandes edificios que se erigirán en el área del Besòs, sobre todo el Centro Internacional de Convenciones y el edificio Fòrum, que estarán conectados por una rambla subterránea.

La mayoría de los ciudadanos que ayer fueron al mirador comentaban que se iban con una clara idea del proyecto urbanístico, pero no todos quedaron satisfechos con las explicaciones sobre el contenido del evento. 'De eso nadie habla', señaló María Inés Faustino, acompañada de su hijo Tomás.

El alcalde recordó que esta semana por fin se dará 'una descripción detallada que descifrará la incógnita'.