Lozano Leyva busca 'enseñar, conmover y entretener' con su tercera novela

Un profesor que acaba de jubilarse, Horacio Alcántara, se dirige al pueblo alemán de Osten para encontrarse con el fantasma de su mujer, Stefanie. Horacio trabará relación con una serie de personajes que se mueven por la localidad alemana: el pastor y su esposa, una chica enigmática y bonita, unos jóvenes policías, un repartidor comunista... El descubrimiento en el río del cadáver de un mercenario odiado en el pueblo sirve de motor a los hechos en la novela La excitación del vacío (Editorial Diagonal), del escritor Manuel Lozano Leyva (Sevilla, 1949).

El escritor destaca el 'componente poético' de su última obra. 'En esta novela puede parecer que estoy muy reflejado. Sin embargo, creo que no es así. El protagonista es físico; la mujer, alemana... Pero nada más', señala para disipar cualquier parecido entre él y sus personajes. Lozano Leyva es catedrático y director del Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Sevilla. Además, es representante de España en el Comité Europeo de Física Nuclear. La excitación del vacío es su tercera novela tras El enviado del rey (2000) y Conspiración en Filipinas (2001).

Lozano Leyva recalca que su última novela es 'distinta' a las que ha publicado hasta ahora. 'Sí tiene en común que hay un componente científico, caballos y mujeres fuertes. Tan fuertes son las mujeres que no necesariamente despiertan simpatías', detalla el científico y escritor. 'Stefanie no necesariamente es simpática. El protagonista, tampoco. Es esencialmente antipático. Procuro que no sea el héroe típico', indica el autor. Y es que Lozano Leyva quiere que su protagonista sea 'como son las personas', con sus claroscuros y matices, con sus rasgos positivos y negativos.

'Con la literatura lo único que pretendo es enseñar -sobre caballos y física-, entretener -tengo que competir con la televisión y otros medios, con las charlas con los amigos y con tomar copas- y conmover. Quiero que el lector se sonría, aprenda y se conmueva. Y no mucho más', explica el autor de Conspiración en Filipinas.

Su debú en el campo literario tiene un cierto vínculo con su actividad científica. 'No creo que escriba como evasión; pero no estoy muy seguro. Todos los científicos famosos hicieron sus cosas importantes antes de los 30 años. Notaba que cada vez era más experto. Soy el patriarquilla de un grupo de científicos. Pero mi función se parece más a la de un entrenador que a la de un futbolista', señala.

'Eso me da pena porque mi aspiración es la creatividad. En física nuclear soy un experto con todo lo que de negativo hay en eso. Cuando te conviertes en un experto lo haces a costa de la creatividad', relata el autor de El enviado del rey. Lozano Leyva ha querido compensar ese déficit creativo en el campo científico con su entrada en el mundo de la literatura. Esa 'creatividad mermada por la edad en la física de batalla' ha impulsado a un escritor lleno del vigor de un joven que prueba sus armas por primera vez y aborda la literatura como un ámbito nuevo. Lozano Leyva próximamente publicará un libro de divulgación científica. Su siguiente novela será 'la tercera parte de la saga de Conspiración en Filipinas'.