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Los lemas de Pim Fortuyn

'EN HOLANDA SE TOLERA todo excepto la verdad', gritaba una mujer el martes por la noche en la multitudinaria manifestación que recorrió pacíficamente las calles de Rotterdam, donde el profesor Pim Fortuyn ganó hace apenas dos meses las elecciones municipales, llevando a los laboristas a la oposición por primera vez en la historia de esa ciudad del país en la que casi la mitad de su población es extranjera. 'Los políticos y la prensa son responsables indirectos de este crimen por intentar demonizar a Fortuyn', se escucha estos días en la calle..

'Fortuyn era una persona muy inteligente, sin demasiados escrúpulos, pero no un fascista a la usanza de cualquier político del franquismo', opina el profesor Meindert Fennema, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Amsterdam. 'Su discurso no podía ser más contradictorio. Defendía el modelo económico neoliberal proamericano, pero al mismo tiempo su política sociocultural era regresiva. Sostenía la conveniencia de imponer un estricto control al flujo inmigratorio, pero no tenía problemas para rodearse de gente extranjera entre sus simpatizantes . Y tal vez su homosexualidad le había llevado a censurar el islamismo', prosigue. 'A todos afectó el 11 de septiembre e imaginó que a él más', agrega.

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'Ideas como esa de que Holanda ya ha llenado el cupo de inmigrantes o que los árabes son responsables de la violencia están en la mente de muchos holandeses, pero no se atreven a decirlo abiertamente', dice el profesor Fennema. El 10% de los 16 millones de habitantes de Holanda son extranjeros, y cerca de 800.000 son turcos y marroquíes. La violencia ha aumentado últimamente, pero no llega a los niveles de países como Estados Unidos o Francia. 'Digo lo que pienso y hago lo que digo' era uno de los lemas de Fortuyn. Decirlo, sin duda, lo decía, lo cual le llevó a sufrir alguna premonitoria agresión, como esos tres tartazos que recibió en un mitin en marzo, y que estropearon para siempre su elegante traje de Armani, o las amenazas anónimas que recibía por teléfono. Hacerlo, está por ver que lo fuera a hacer y quedará ya para siempre en el misterio de un guión que apenas puso en práctica.

En su altar de políticos favoritos figuraba, entre otros, Margaret Thatcher, de la que siempre elogiaba su aguerrida defensa de los intereses británicos en Bruselas y su famoso 'I want my money back '. 'Seguramente el atentado beneficiará a su grupo en las elecciones del próximo día 15, y, aunque no me dedico a hacer pronósticos, es probable que la lista Pim Fortuyn entre en una amplia coalición de gobierno', especula el catedrático Fennema. 'Confío en que sea flor de un día y que se convierta en un fenómeno efímero. A lo mejor los ciudadanos se olvidan muy pronto de esta tragedia si en los próximos meses salta la noticia de que está embarazada la princesa Máxima ', agrega.

¿Hay alguien detrás del crimen más allá del joven ecologista detenido poco después, no muy lejos del atentado, armado con una pistola? La policía sostiene que no tiene pruebas de que haya participado más de una persona en el suceso ni que el asesinato haya podido ser orquestado por algún movimiento radical. 'Personalmente creo que el asesino actuó solo y que se trata de uno de esos fundamentalistas enloquecidos, convencidos de que nuestra sociedad está enferma; que algo no funciona cuando se mata diariamente a tantos pollos, tantos cerdos o utilizamos ropa con pieles de animales sacrificados. Conozco gente así en los ambientes universitarios. Fortuyn, que en contra de lo que dice su nombre en holandés no tuvo mucha fortuna, representa para este tipo de muchachos el símbolo de la decadencia y del consumismo', concluye el profesor Fennema.

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