Eriksson anuncia que se llevará a Beckham a Japón 'esté como esté'
David Beckham viajará a Japón con la selección inglesa aunque sólo haya 'una pequeña posibilidad' de que se recupere a tiempo de la fractura que sufre en el pie izquierdo y que le obliga a guardar entre seis y ocho semanas de reposo. Así lo confirmó ayer el sueco Sven-Goran Eriksson, el técnico que aspira a hacer algo grande con Inglaterra en el Campeonato del Mundo. 'Es muy importante, uno de los mejores futbolistas del momento. Debemos contar con él hasta el último momento, esté como esté', afirmó.
Eriksson calificó de 'muy mala' la entrada del argentino Aldo Duscher, del Deportivo, en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, al delantero del Manchester United. 'Fue incluso peor' que la de Diego Tristán en la ida, apostilló. Sin embargo, descartó que ambos actuaran con mala fe. 'Estoy preocupado', reconoció; 'todo el país lo está. Pero no podemos hacer nada. Hay que mantener la esperanza de que Beckham se recobre'.
No obstante, mientras el propio Beckham se muestra ya optimista, comienzan a escucharse voces de alerta respecto a un apresurado regreso. Así, se recuerda el caso de Kevin Keegan, al que también se consideraba imprescindible en el Mundial de España 82 y resultó un fiasco. Eriksson dará una lista provisional el 7 de mayo, cuatro semanas antes del límite.
Duscher pide perdón
Finalmente, Duscher cedió ayer ante el clamor de la prensa británica y, 48 horas después de su acometida contra Beckham, decidió rectificar y ofrecer públicamente unas disculpas a las que se había negado en el primer momento. 'Si tengo la posibilidad, le telefonearé. Ante todo, somos seres humanos. La verdad es que yo nunca tuve la intención de causar daño a un compañero de trabajo', destacó.
A Duscher no le quedó otro remedio que abandonar la actitud desafiante que mantuvo tras el partido. Entre otras razones, porque el acoso periodístico se le estaba convirtiendo en insufrible. Después de que el jueves, al regreso de Manchester, rehusara hacer declaraciones, algunos equipos de la televisión británica incluso acamparon cerca de su residencia para forzarle a hablar.
Al cabo, el jugador atendió a los medios al término del entrenamiento de ayer y reconoció cierta ingenuidad: 'No pensé que esto fuera a tener tanta trascendencia. Lo único que puedo hacer es pedir perdón. Fue una jugada normal y corriente. Puede ocurrir en cualquier partido. Una disputa por un balón dividido. Ahora hay que apoyar a Beckham para que salga pronto adelante'.
Duscher también pidió que no se convierta el asunto en una disputa patriótica por el enfrentamiento histórico entre las selecciones de Inglaterra y Argentina, que volverán a vérselas frente a frente en Japón: 'No hay que dramatizar ni echar más leña al fuego. Sólo coincidió que él es inglés y yo argentino'.
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