Cela Conde explica en Alicante 'la inutilidad de la inspiración' frente al esfuerzo en el trabajo literario

'Me he dado cuenta de la inutilidad de la inspiración literaria, al menos en el caso de mi padre', declaró ayer Camilo José Cela Conde, el hijo del literato fallecido recientemente, antes de pronunciar una conferencia en el Casino de Alicante. 'Ya lo dijo él en alguna ocasión: la inspiración consiste en sentarse ocho horas cada día a escribir delante de un papel en blanco', agregó para enfatizar que la literatura requiere trabajo y esfuerzo.

Cela Conde ofreció ayer la conferencia Taller del escritor, en la que repasó la figura del Premio Nobel de Literatura con una aproximación cotidiana a su trabajo mediante una serie de confidencias y aportaciones íntimas sobre el escritor. 'Intentaré hacer un retrato puntillista que en conjunto ofrece una imagen insólita y difícil de encontrar en su persona'. El hijo del escritor reconoció, antes de iniciar la charla, que su conferencia se aleja de lo científico. 'Los estudios académicos que se han realizado se centran en el resultado de la obra literaria, y yo intento bucear sobre cómo se escribe y todas las circunstancias que rodean este proceso'.

Por eso, parte de la conferencia que ofreció anoche Cela Conde se centró en los distintos lugares en los que su padre escribió su obra. 'Eran distintos, siempre fue cambiando de escenario y de espacio, por distintas circunstancias, pero es cierto que hasta que no encontraba el lugar adecuado no cesaba en su empeño', agregó su hijo, quien aseguró que cada libro que escribió su padre lo hizo en lugares distintos. Los instrumentos que tenía sobre la mesa, sus notas manuscritas sobre el papel, convierten en 'laberintos' las primeras versiones de las obras del Premio Nobel de Literatura. El catedrático de Ética en Palma de Mallorca concluyó recordando que 'escribir era el elemento más esencial' de la vida de su progenitor, una verdadera obsesión'.