_
_
_
_
_

La ejecutiva regional del PP recela de la solidez de Camps como 'delfín'

El presidente adelanta la proclamación de candidatos municipales pero aplaza la suya

Francisco Camps, flamante delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, guardó un escrupuloso silencio ayer durante la reunión del Comité Ejecutivo regional del PP. Ni siquiera contestó a la sentida enhorabuena que le transmitió su predecesora en el cargo, Carmen Mas, plagada de buenos de deseos para su futura gestión como coordinador de los cuerpos de seguridad del Estado. Varios dirigentes del PP regional apuntaron a Eduardo Zaplana como único candidato posible en las próximas elecciones autonómicas ante la fragilidad de su supuesto delfín.

Zaplana compareció con tono triunfalista ante los periodistas para explicar que los 'datos sociológicos' que baraja el PP señalan que 'se mantiene la tendencia al alza' en la intención de voto de los ciudadanos valencianos y que 'la oposición no despunta como alternativa'.

La reunión del comité ejecutivo, que varios dirigentes percibieron como un aldabonazo para agitar el aparato electoral del partido, abordó genéricamente la necesidad de 'avanzar lo más posible la selección de candidatos en el ámbito municipal', dijo Zaplana.

El presidente se deshizo en elogios hacia la persona de Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, quien ha expresado su disposición para encabezar la candidatura municipal del PP en mayo de 2003, y comentó: 'No contemplo un escenario muy distinto'.

Sin embargo, eludió cualquier precisión sobre el escenario que pueda contemplar la dirección nacional del PP respecto a su persona como candidato a la Generalitat. 'Es malo precipitar esas decisiones', dijo, 'desde la tranquilidad y la serenidad absolutas interesa al partido tomar esas decisiones cuando deben tomarse'.

La prudencia de Zaplana a la hora de pronunciarse sobre su futuro contrasta con la generalizada sensación que se respira entre los miembros del comité ejecutivo regional del PP quienes reiteran que 'un candidato no se improvisa', que 'el jefe repite' o que 'a veces hay que plegarse a las necesidades del partido'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La novedad de la jornada, el nombramiento de Camps como delegado del Gobierno por parte del Consejo de Ministros, despertó cierto interés entre los asistentes a la reunión. Pero el ex vicepresidente del Congreso y supuesto delfín de Zaplana defraudó las expectativas.

El debate no es habitual en las reuniones de la ejecutiva regional del PP. De acuerdo con el guión habitual, después de la intervención de Zaplana, José Cholbi, vicepresidente de las Cortes, arengó a los asistentes apelando al trabajo y recordando los peligros de la autocomplacencia.

Carmen Mas recibió muestras de afecto de parte de los asistentes y cerró la reunión con una emocionada bienvenida a su heredero trufada de buenos deseos. Pero el interesado no alzó la voz en ningún momento.

La frialdad de Camps sorprendió a varios de los presentes, quienes apuntaban en privado la escasa 'química' que desprende el joven considerado heredero natural de Zaplana de acuerdo con la peculiar liturgia del PP.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_