La mala puntería del Espanyol salva al Mallorca

Cinco ocasiones claras, dos de ellas acabaron en los palos y tres las sacó Leo Franco, alguna de manera tan poco ortodoxa que el portero argentino del Mallorca tardó en ver si el balón había concluido o no en la red. Y a pesar de ello, el Espanyol regresó de vacío a Barcelona.

El Mallorca, que necesitaba los puntos como el aire, los consiguió gracias a la falta de puntería de su rival y a que sus delanteros se mostraron mucho más certeros que los blanquiazules. El equipo mallorquín atacó con decisión. Hizo de la necesidad virtud. No deseaba meterse de nuevo en la zona de descenso. Paunovic, que no se lo pensó dos veces a la hora de ensayar el remate desde lejos, apoyó a Marcos en la tarea de suministrar balones a Eto'o y Luque. Precisaban mucha ayuda los dos puntas del Mallorca que se encontraron ante un frontón con tres centrales (Lopo, Soldevilla y Rotchen) y dos tapones en los laterales (Navas y Ricardo). La poblada defensa que dispuso Paco Flores se vio sorprendida en una falta al borde del área. Nadal sacó en corto y de allí salió un pase interior hacia Eto´o que rompió el muro en línea.

A partir de aquél momento, Àlex Fernández se convirtió en el eje de las maniobras del Espanyol, que acertó a la salida de un saque de esquina mal defendido por el Mallorca y que encadenó una serie de acciones ofensivas que podían haber resultado mortales de necesidad para el equipo de Kresic. El propio Tamudo, autor del gol del Espanyol, le robó poco después la cartera a Nadal y se plantó ante Franco para rematar de manera inocente. Otra incursión por la izquierda de De Lucas fue rubricada por Martín Posse con un tiro a la base del palo. Posse y Tamudo volvieron a mostrarse remisos en el remate, aunque el del capitán blanquiazul lo sacó Leo Franco con la parte interior del muslo.

Angustiada la grada, el equipo de Kresic no se encogió. Esa fue su mejor virtud. Y gracias a ello y al excelente entendimiento de Marcos y Luque rompió por segunda ocasión la defensa en línea del Espanyol y consiguió el gol del triunfo porque instantes después el palo evitó que Àlex Fernández transformara una falta directa. Fue la tercera derrota consecutiva del Espanyol.