Un metalúrgico clásico
Rafael Recuenco Montero, de 51 años, es secretario general de la UGT del País Valenciano desde su constitución cono organización autonómica en 1988. Este metalúrgico, de Cuenca, casado y con tres hijos, saltó de la planta de motores de Ford España -puesto que conserva en excedencia-, a la actividad sindical y política.
Fue secretario general de la Federación del Metal en Valencia, organización que le ha permanecido fiel durante todos estos años, hasta marzo de 1986, en que fue elegido secretario de la Unión Provincial de Valenciad -el sindicato tenía entonces estructura provincial- En 1988, con la constitución de UGT como sindicato autonómico, se convirtió en el primer y único secretario general que ha conocido la organización hasta la fecha. Fue reelegido posteriormente en mayo de 1990, abril de 1994 y marzo de 1998, lo que le convierte en uno de los dirigentes más veteranos del País Valenciano. ¿Cómo lo ha conseguido? Su dominio del aparato ugetista y su habilidad, siempre cortoplacista, explicarían, en parte, su permanencia durante tantos años. Tampoco hasta ahora había tenido rival.
Miembro de una generación que compartió escaño parlamentario con responsabilidades en la UGT, Recuenco fue diputado en las Cortes Valencianas por el PSPV-PSOE en la primera legislatura y también en la segunda, que no agotó tras dimitir en septiembre de 1988, cuando las dos organizaciones rompen en hostilidades antes de la primera gran huelga general del 14-D contra la política del Gobierno.
Nunca ha puesto fecha a una retirada voluntaria de la secretaría general de la UGT-PV. 'So pena de que me canse o me tiren, no veo razón para para no presentarme a la reelección', declaraba hace cuatro años, dos meses después del congreso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.