Mejor los toros que los toreros
La de Palha no fue la película de terror que algunos esperaban. Esta misma ganadería destapó un apasionante debate el año pasado y, polémica incluida, divirtió mucho al personal. Tanto, que este año la esperaban como agua de mayo. Sin embargo, lejos de convertir la lidia en una pesadilla, la de Palha de ayer brindó el triunfo a los toreros con más facilidades de las previstas. Otra cosa fue que los matadores aprovecharan la ocasión, que desgraciadamente no lo hicieron.
De las seis presuntas fieras de Palha, hubo tres al más puro estilo del toro llamado peyorativamente comercial. Ésos fueron primero, tercero y cuarto. Mas no sólo esos tres fueron toros de éxito, también lo fueron, aunque en tono menor, segundo y sexto, mientras que el quinto, el más cuajado de la tarde, acabó parado.
Palha / Encabo, Miura, Millán
Seis toros de Palha. Desiguales de presentación. Destacaron 1º, 3º y 4º. Luis Miguel Encabo: saludos; aviso y silencio. Dávila Miura: silencio y saludos. Jesús Millán: aviso y vuelta; división. Plaza de Castellón. 2ª de feria. Media entrada.
Luis Miguel Encabo se llevó el lote de la corrida, o sea, los dos mejores de una buena corrida. Si el que abrió plaza tenía fijeza y un excelente pitón derecho, el cuarto fue incluso más completo. Este toro superó las virtudes del anterior y fue más que bueno por los dos pitones, enrazado siempre en su embestida y de una enorme fijeza por ambos lados. Un toro que, de haber sido algo más que cumplidor en varas, hubiera sido casi de bandera. Pero a Encabo ese toro, al igual que el primero, le vino grande. Será porque le pilló en frío este inicio de campaña, pero no resulta menos preocupante que no se decidiera a emplear más ánimo. Ya al que abrió plaza lo dejó inédito por el pitón izquierdo y al excelente cuarto lo desaprovechó casi totalmente al no terminar de convencerse él mismo. Banderilleó a sus dos toros, pero con gran vulgaridad y además con escasa fortuna.
Los dos toros con menos posibilidades fueron los de Dávila Miura, lo cual tampoco quiere decir que no tuvieran las suyas. El segundo llegó a la muleta algo rebrincado y echando la cara arriba en el remate de los muletazos. Su segundo, el más toro de la corrida, se tragaba mal que bien los muletazos por el derecho mientras que por el otro pitón no quiso pasar. En ambos, el sevillano se empleó con insistencia y hasta puso agradecido empeño, pero no pasó de ahí.
Tampoco Jesús Millán, triunfador el año pasado con esta misma corrida, acabó de romper. No tuvo clase el tercero, pero iba y venía sin mayores complicaciones. Millán pareció centrarse con la mano izquierda, hasta que, sin explicación alguna, desistió muy pronto. Esa faena la mantuvo sobre el pitón derecho con muchos muletazos, pero sin llegar apenas a la gente. El sexto dio espectáculo en el ruedo por su bravuconería. Fue de caballo a caballo, de punta a punta de la plaza, de largo, pero saliendo siempre suelto de cada encuentro con el picador. El toro llegó al tendido, y el público pareció evocar la corrida del año pasado. Mientras, en el ruedo, la lidia se convertía en un total desorden, en un caos, vamos. Quiso Millán poderle a ese toro a las primeras de cambio, le bajó la mano, le pudo, pero definitivamente acabó con él. A partir de ahí la faena se convirtió en una porfía sin ton ni son.
La corrida de Palha, que no dio el espectáculo esperado, cumplió en varas a excepción de los dos últimos, que mansearon más. Pero fue corrida que por juego anduvo siempre por encima de la respuesta de los toreros. Sobre todo, fueron toros de triunfo claro el lote de Encabo y el primero de Millán, aunque si el aragonés hubiera acertado en los primeros compases de la faena al sexto, y no hubiera equivocado la lidia, ese toro que cerró plaza posiblemente también contaría como uno de los más destacados.
Al final, visto lo visto, la gente dictó sentencia, y si antes la mayoría de los toros habían sido ovacionados en el arrastre, despidió a los toreros con una sonora pita.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.