_
_
_
_
Entrevista:LUIS MANUEL RUIZ | Escritor

'La literatura policiaca y la música barroca están muy unidas'

Luis Manuel Ruiz (Sevilla, 1973) acaba de publicar su tercera novela, Obertura Francesa (Alfaguara). Tras El criterio de las moscas y Sólo una cosa no hay, Ruiz ha apostado en esta ocasión por una historia en la que el mundo de la música clásica se convierte en esqueleto vertebrador. El compositor Johann Sebastian Bach juega un papel clave en la novela.

'Quería escribir una novela técnica que tuviese, a su vez, una parte emotiva'
'La música era una parte de mí que no había explotado literariamente'

Un paquete sin remite que contiene una cinta con una genial interpretación del eco de la Obertura Francesa, de Johann Sebastian Bach, sirve de punto de partida de la nueva novela de Luis Manuel Ruiz. La magnífica interpretación sólo es comparable a la grabada por un gran clavecinista llamado Claudio Capri. Y éste ha desaparecido. Nadie sabe dónde se encuentra este músico conocido por sus versiones sobre Bach. El protagonista de la novela investigará el paradero del clavecinista y su vínculo con la misteriosa grabación anónima. Las pesquisas tendrán como escenario París, Berlín, la Selva Negra y Salzburgo.

Pregunta. La presencia de la música clásica es fundamental a lo largo de la novela. Es el esqueleto que estructura Obertura Francesa. Esta presencia tan fuerte de la música clásica resulta novedosa en una novela española.

Respuesta. No pretendía innovar. Simplemente lo hice por una inclinación personal. No creía que era algo tan novedoso. Me encanta la música clásica, en concreto la música barroca, que es la que trato en la novela.

P. En Obertura Francesa hace un alarde de conocimiento de la música clásica. En alguna ocasión se ha criticado que bastantes escritores españoles sean unos perfectos ignorantes en materia musical.

R. No tengo conocimientos de técnica musical. No sé solfeo. El conocimiento que aparece en el libro es un conocimiento de amateur, hecho a base de lecturas previas. Leo los folletos de los discos compactos, compro revistas especializadas de música, biografías de músicos, ensayos sobre música... El mundo musical lo frecuento muchísimo. Tengo amigos músicos. Escucho muchísima música clásica. También jazz y rock. La música era una parte de mí que no había explotado literariamente. Era algo que conocía, tenía ahí y he usado. Ha sido algo natural.

P. ¿Qué papel juega en la sociedad contemporánea la música clásica?

R. La música clásica ha tenido muy mala suerte. Hoy en día se considera un mundo de élite. La música clásica debería oírse más porque es la música con mayúsculas. La música clásica, y particularmente, la barroca, que es la que me gusta a mí, aportaría muchas cosas hoy en día: el orden, la racionalidad, que son virtudes que desgraciadamente escasean bastante. La música barroca está compuesta en un siglo, el XVIII, en el que el hombre confiaba en la racionalidad. Era un siglo en el que todo tenía una lógica y un orden. No estaría mal recuperar ese tipo de punto de vista. Precisamente, esa idea me movió a escribir una novela de misterio sobre una música de ese tipo. Porque es una clase de novela que también conserva la fe en la racionalidad, en la resolución de los misterios.

P. Inicia la novela con una cita de Richard Wagner que dice 'Bach es el mayor enigma de todos los tiempos'. ¿Por qué?

R. Esa cita me interesaba a nivel de la trama. Porque Bach es una genialidad tal, un artista tan grande, que intentar encontrar el porqué de su genio desemboca en algo misterioso. Al final, el misterio es incomprensible.

P. ¿Por qué elige la Obertura Francesa como la obra musical que juega un papel fundamental en la novela?

R. Me gustan las obras para teclado. Las obras para clave me gustan muchísimo. Bach tiene bastantes obras para clave. Dentro de éstas la Obertura Francesa es una obra muy difícil de interpretar y de escuchar. Tiene todos los matices de la obra de Bach. Dentro de la partitura hay momentos más emotivos, más sentimentales, más emocionales. Y también tiene motivos puramente matemáticos. Era un aspecto que quería recoger en la novela. Quería escribir una novela técnica que tuviese, a su vez, una parte emotiva.

P. Por la novela desfilan unos personajes que parecen formar parte de una especie de secta restringida, de una cofradía de iniciados que se caracterizan por amar la música clásica.

R. Sí, es cierto. Se trata de una especie de gente que vive centrada en su propia investigación, que maneja un lenguaje privado, que vive consagrada a asuntos que no interesan a la mayoría de las personas. Me interesan ese tipo de cenáculos, de grupos de devotos que integran una especie de religión. Me interesan los grupos cerrados que se dedican a venerar a sus maestros. Sobre todo, en la música barroca hay mucho de eso. Es un mundo muy cerrado en el que hay que manejar unas claves para introducirse. Son gente apartada del común de los mortales que manejan un arte o unos conocimientos que son demasiado exquisitos para el resto de las personas.

P. Cierra la novela con una cita del escritor guatemalteco Augusto Monterroso: 'El mundo es perfecto, pero confuso'. ¿Por qué ha elegido esta idea?

R. Se trata de una cita que resume lo que escribo. El problema es encontrar esa estructura racional del universo. La música de Bach lo hace muy bien: armonías y acordes que parecen deshilachados y sueltos finalmente van encontrando una estructura. Por ello, la literatura policiaca y la música barroca están muy unidas. Comparten la estructura racional y, a la vez, la variedad. Hay elementos que, aunque al principio parezcan incongruentes, luego encuentran su estructura.

P. Esto conecta con la idea de que la música es un ámbito de perfección y con la idea de que el mundo es un milagro. Chesterton, que buscaba la racionalidad en todo, decía que el hombre no se daba cuenta de la maravilla que supone salir a la calle y ver el milagro de la creación.

R. Sí, es la búsqueda de sentido. Por eso, la música o el arte nos dan ese orden y sentido que no encontramos en el mundo. Por eso, para mucha gente el arte es un sustitutivo de la religión. Leer es, de algún modo, un acto religioso.

P. En la novela hay homenajes a dos películas, El tercer hombre y La dama de Shangai. Se trata de dos películas protagonizadas por Orson Welles.

R. La novela es un conjunto de homenajes y reconocimientos. En la escena final la presencia de Orson Welles es notoria. También homenajeo a Borges con el laberinto de espejos. Quería terminar la novela con un laberinto donde todas las personas se encuentran y cada una sale por la salida que estaba determinada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_